Día del barrio de Mataderos

La Ordenanza 45.966 de 1993 instituye el día 14 de abril de cada año como “Día del Barrio de Mataderos”. Se conmemora así la colocación, en el año 1889, de la piedra fundamental de los nuevos mataderos, que desplazarían a los tradicionales Corrales Viejos, ubicados en la zona de Parque de los Patricios. Alrededor de las nuevas instalaciones comenzó a formarse el barrio.

El día 14 de abril fue elegido a propuesta de la Junta de Estudios Históricos de Mataderos, aunque, según señala su actual presidente, el Profesor Orlando Falco, investigaciones posteriores permitieron determinar que “La lluvia, que muchas veces marcó el curso de los acontecimientos mataderenses determinó la postergación del acto, hasta el siguiente domingo 21”. El documento que atestigua esta aseveración, la propia piedra fundamental, permanece soterrada en el sitio original, debajo del monumento “El Resero”.

La colocación de esa losa fundacional tampoco implicó el surgimiento inmediato del barrio, – agrega el Profesor Falco – La postergación de las obras del matadero, la demanda por incumplimiento entablada por el municipio al concesionario y el juicio pertinente demoraron hasta 1899 el primer remate de lotes, que fue llevado a cabo por Publio Massini. La inauguración oficial del macelo al año siguiente y el inicio de su operatoria en 1901 son junto al mencionado loteo los sucesos que dieron inicio a la formación del distrito”.

Así, en estos primeros años de historia barrial se comienzan a definir los elementos significativos de su identidad, la que queda ligada a la actividad agropecuaria y al procesamiento de la carne y a los mitos y personajes ligados a ella (el gaucho, el trabajador de los frigoríficos; el campo y la ciudad). Esto queda plasmado en el nombre (Mataderos) y en la elección de la figura que, algo después, será adoptada como símbolo barrial: el Resero.

Pero hay otro nombre profundamente ligado a esa identidad: Nueva Chicago. Como nos explica el profesor Falco: “Valiéndose de un viaje que el distinguido médico, Dr. Carlos Malbrán, tenía programado realizar a los Estados Unidos de Norteamérica, el municipio le encargó visitar, con ánimo de emulación, los modernos y funcionales mataderos de la ciudad de Chicago. El informe fue tan entusiasta que inspiró a las autoridades para imponerle al enclave poblacional por nacer el topónimo de “Nuevo Chicago”. El tiempo se encargaría de masculinizarlo y de asignárselo a casi todo lo que pudiera llevar un nombre. La avenida principal fue llamada Chicago (de los Corrales desde 1949) el primer club social también; igualmente el deportivo a la par que la oficina postal, la central telefónica, el cuartel de bomberos y hasta el más insignificante de los emprendimientos comerciales minoristas. No obstante, lo popular prevaleció y fueron sus habitantes, que siempre denominaron a su barrio “Mataderos”, los que sin proponérselo lo bautizaron de nuevo”.

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