23 mayo, 2025

Finalizó la Audiencia Pública para tratar el Código Urbanístico

0
word-image-5472-1

El 15 de noviembre tuvo lugar la última jornada de la audiencia pública que comenzó el 6 de noviembre para debatir las modificaciones del Código Urbanístico aprobadas en primera lectura y contó con 1740 inscriptos.

En la primera parte de la audiencia expusieron los funcionarios. Álvaro García Resta, Secretario de Desarrollo Urbano; Sandra Tuya, Directora General de Planeamiento Urbano; Aníbal del Olmo, Director General de Antropología Urbana y Marina Vasta, Gerente Operativa en la Dirección General de Interpretación Urbanística.

Luego lo hicieron la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, Bárbara Laura Rossen, responsable de la Dirección General de Derecho de Acceso a la Ciudad; y los miembros de las Juntas Comunales, entre ellos Lorena Analía Crespo de la Junta Comunal N° 9.

La Defensoría del Pueblo, a través de la Arq. Rossen expuso una postura crítica respecto al proceso de elaboración del proyecto y sus contenidos. Al respecto señaló que el Cur debería enmarcarse en el Plan Urbano Ambiental, que permanece desactualizado y que “el proyecto no incorpora criterios reales de sustentabilidad, protección ambiental, incremento de espacios verdes públicos ni criterios de evaluación estratégica”. También manifestó preocupación por el aumento generalizado de la edificabilidad y las alturas en la ciudad y por la falta de justificación de la jerarquizaron de algunas avenidas por sobre otras. Finalmente solicitó que “solo queden aquellos cambios donde hay pleno consenso entre legisladores, autoridades del Gobierno de la Ciudad y vecinos y vecinas”.

La comunera Lorena Crespo, expresó su preocupación por la facilitación de la construcción en altura en barrios de casas bajas, afectando la calidad de vida de vecinas y vecinos, su paisaje y su identidad y estilo de vida. Las expresiones “¡Bajen las alturas! Queremos seguir siendo barrio”, enfatizan su postura.

Fabio Oliva, arquitecto y urbanista, 4ta generación de vecinos del barrio Parque Avellaneda, integrante de Cuenca en red, de la Mesa de Trabajo y Consenso de Parque Avellaneda, de la Mesa de Salud, Educación y Ambiente de Villa Cildáñez y del Grupo de trabajo del Ex Mercado de Hacienda, supo sintetizar en su exposición las principales cuestiones sostenidas por vecinas y vecinos de la comuna 9 en distintos ámbitos de participación ciudadana.

Comenzó remarcando que “esta Modificación del Código fue planificada a espaldas de la ciudadanía en una asociación espuria entre funcionarios, legisladores y desarrolladores inmobiliarios”.

La cuestión ambiental, la memoria histórica y la identidad, los cascos históricos y los espacios más significativos de los barrios, su consideración como Unidades Ambientales y de Gestión, la pertenencia a la Cuenca del Arroyo Cildañez y la integración socio urbana fueron temas destacados en su exposición.

Lo primero es que una ciudad sin memoria no tiene futuro. – decía el Arq. Oliva con un enfoque ambiental – La ciudad se expandió eliminando la biodiversidad de 3 ecoregiones, el pastizal, el talar y los montes ribereños y humedales, rectificando y ocultando la traza de los arroyos. Hay que diseñar un Código que recupere la biodiversidad y respete la traza de los arroyos”.

Los barrios surgieron con las diferentes corrientes migratorias y esta ciudad guarda las huellas de nuestros bisabuelos y abuelos que en comunidad construyeron las diversas identidades. Este código hace tabla rasa sobre esas historias. El equilibrio de m2 sin equilibrio social y de calidad de vida solo justifica la especulación inmobiliaria. Buscan reducir la discusión a la capacidad constructiva de una parcela, cuando los ejes deberían ser las relaciones y dinámicas sociales y económicas de la población, su calidad de vida y ambiental, sus necesidades”.

En la Comuna 9, continúa “Cada uno de los barrios tiene un casco fundacional histórico, todos predios de gran escala que dieron inicio al crecimiento, en su entorno, de un modo de vivir en relación directa con esos espacios. La estación Liniers con sus Talleres, el Ex Mercado de Hacienda y el Parque Avellaneda. Núcleos identitarios, con elementos de altísimo valor patrimonial y ambiental. De referencia tenemos la Ley 1153 que instala el concepto de Unidad Ambiental y de Gestión y a la Mesa de Trabajo y Consenso demostrando que la democracia participativa es posible”.

Cada uno de esos predios son Unidades Ambientales y de Gestión que por sus características históricas y culturales son, a su vez, Áreas de Protección Histórica. Parque Avellaneda y Liniers ya fueron reconocidos solo falta sumar al Ex Mercado de Hacienda que hoy sigue siendo una fuente de contaminación con depósito y compactación de vehículos y sigue ocultando un Patrimonio único”.

Nuestra Comuna 9 a su vez es parte de la Cuenca del arroyo Cildáñez, lo descubrimos después de la terrible inundación que se llevó vidas en el Área Metropolitana el 2 de abril del año 2013. Es necesario que se incluyan en el Código Áreas de Protección Ambiental. El arroyo Cildáñez es un Biocorredor, un proyecto interjurisdiccional que desde Cuenca en red venimos haciendo realidad para vincular al Ex Mercado de Hacienda, el Parque Avellaneda, Villa Cildáñez, el Parque Indoamericano y la Reserva Lago Lugano como un corredor de plantas nativas y huertas. La traza de los arroyos no está identificada en el Código, ni es tenida en cuenta en las propuestas”.

Por último, no hay ninguna propuesta para la integración Sociourbana de los barrios populares, para nosotros es fundamental que se tenga en cuenta a la comunidad que más lo necesita en nuestra comuna que es Villa Cildáñez”.

Finalmente señaló la necesidad de un Código que considere la ciudad actual desde una perspectiva metropolitana, igualitaria, ambiental y profundamente democrática. Muchas gracias.

Loading

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *