Huellas urbanas

Huellas Urbanas es un programa del Observatorio de Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires que tiene como principal objetivo la lectura e interpretación de las alteraciones de la traza urbana de los distintos barrios porteños, a partir de recorridos guiados, diseñados en conjunto con las Juntas de Estudios Históricos.

El Observatorio del Patrimonio Histórico Cultural tiene como marco un Convenio entre la Gerencia Operativa de Patrimonio y las distintas Juntas de Estudios Históricos de los barrios a través de la Junta Central de Estudios Históricos de la Ciudad. Su objetivo principal es trabajar en conjunto diversos temas referidos al Patrimonio Histórico Cultural de nuestra Ciudad.

Sus funciones son: Relevar e investigar sobre los valores patrimoniales de los barrios de la ciudad de Buenos Aires; promover el conocimiento y difusión de la ciudad y sus barrios; promover charlas de capacitación, cursos sobre archivos, investigaciones; identificar potenciales yacimientos arqueológicos y/o paleontológicos; organizar una red con el objetivo de identificar y monitorear edificios y/o conjuntos de interés patrimonial con vistas a su conservación.

Cada barrio, tiene características propias, que se articulan con el resto de la ciudad, esas características que le dan identidad son resultado de procesos históricos que definieron el trazado de sus calles y de un espacio público particular. Los quiebres y alteraciones nos cuentan más sobre la conformación actual y de los hechos históricos que la determinaron, que las continuidades en el tejido.

Ese es el desafío de Huellas Urbanas: resignificar la estructura física como producto cultural que caracteriza y singulariza los distintos barrios, con la contribución fundamental de las Juntas, de manera de unir historia, paisaje, cultura y participación vecinal, para redescubrir cada barrio y la ciudad en su conjunto.

En la Comuna 9, se realizaron durante 2018 y 2019, recorridos en los tres barrios que la conforman: Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda.

Huellas Urbanas en Liniers

El miércoles 11 de abril de 2018 se realizó el recorrido correspondiente al barrio de Liniers, con la coordinación de la Profesora Nélida Pareja, Presidente de la Junta de ese barrio, la Arquitecta Rossana Castiglioni y el Historiador Leonel Contreras, ambos de la Gerencia Operativa de Patrimonio, área responsable del programa.

Durante casi tres horas un grupo de vecinos interesados en la problemática del patrimonio histórico cultural barrial recorrió las calles de Liniers reconociendo las huellas de los antiguos trazados y caminos rurales en la trama urbana actual. La caminata comenzó en la Biblioteca José Hernández, Boquerón 6753 y culminó en Av. Juan B. Justo y Fragueiro. Los coordinadores acompañaron este recorrido con la explicación, apoyada en planos históricos, del porqué de estas “alteraciones”

Así pudimos conocer, por ejemplo, que las calles cambian de dirección al llegar a Tonelero porque al momento de incorporarse los pueblos de Belgrano y Flores al ejido de la ciudad, en 1880, se ubicaba en este lugar la división entre diferentes partidos de la Provincia de Buenos Aires. Las fracciones rurales del Partido de La Matanza se habían definido en un sentido perpendicular al Riachuelo, mientras que en el otro partido seguían la dirección del antiguo Camino Real (Rivadavia) y de la traza del ferrocarril. También observamos la singularidad del trazado del barrio de las “Mil casitas”, con manzanas alargadas (denominadas sajonas o tallarín) y pequeños lotes de 8,66 x 8,66 en los que se emplazan edificaciones de un muy interesante diseño, que aprovecha al máximo la posibilidad edificatoria, pero garantiza, a la vez, muy buenas condiciones de ventilación y asoleamiento.

Una de las edificaciones de las Mil Casitas

Huellas Urbanas en Mataderos

El miércoles 17 de abril de 2019 se realizó el recorrido correspondiente a Mataderos, con la coordinación de la Arquitecta Rossana Castiglioni y el Historiador Leonel Contreras, de la Gerencia Operativa de Patrimonio y del Profesor Orlando Falco, presidente de la Junta del barrio.

Uno de los rasgos más notables del barrio es la presencia del mercado de hacienda, en un predio que alberga actividades ligadas a la comercialización de ganado en pie. Aunque hoy se está planteando su traslado y la funcionalización del sector, ha dejado su impronta en el territorio y la memoria barrial.

Pero hay preexistencias naturales o producto de intervenciones del hombre que responden a la lógica del espacio rural o a la necesidad de trasladarse o trasladar mercancías, que también permanecen y muestran su marca en la traza urbana. Elementos topográficos e hidrográficos como el Cauce del Arroyo Cildañez (entubado), caminos, fondas, almacenes y servicios rurales son elementos anteriores al nacimiento del barrio que pasan a formar parte del mismo. Así, el Camino a Cañuelas, dará origen a la Avenida Juan Bautista Alberdi; la Calle San Fernando a la actual Lisandro de la Torre; un viejo camino sin nombre a la Avenida Coronel Cárdenas; el Camino de Campana a la Avenida Eva Perón (anteriormente llamada Avenida del Trabajo); el Camino a San Justo a la Avenida Emilio Castro y el Camino de las Tropas a la Avenida General Paz.

Durante el recorrido, identificamos otras intervenciones que generaron alteraciones o rupturas en la trama urbana. Son “barrios dentro del barrio”, como Naón, Justo Suárez o Los Perales.

El barrio Naón se originó en la década del 40. La sociedad de San Vicente de Paúl construyó las primeras 40 casas tipo chalet que bendijo el Cardenal Copello, por lo cual se las llamó “las casitas de Copello”. Se encontraban sobre las calles Saladillo y José León Suarez. Luego se fueron rematando los terrenos adyacentes y, con financiamiento del banco hipotecario, se edificaron las viviendas. El tipo de loteo con manzanas alargadas, de los que resultaban terrenos de poca profundidad y el chalet como tipología arquitectónica consolidaron su imagen.

El barrio Justo Suárez, ubicado en Lisandro de la Torre, Bragado y Timoteo Gordillo, fue producto del Plan de Erradicación de Villas de Emergencia, desarrollado por la Comisión Municipal de la Vivienda a principios de la década del 70. Los habitantes de la vecina Villa 7 (sus destinatarios) participaron en su diseño y construcción. Combina tiras de planta baja y dos pisos con una torre en un terreno de más de media manzana. Su imagen actual se caracteriza por las paredes de ladrillo visto, características del sistema constructivo utilizado, la parquización de los espacios comunes y los murales con que el arte popular homenajea a su ídolo Justo Suárez.

El barrio Los Perales fue inaugurado en 1949. Su diseño refleja el estilo característico del Plan Eva Perón de vivienda social, gestionado por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, durante el primer gobierno peronista. Su tipología es el de monoblock, un bloque de frente rectangular sin ornamentos ni balcones (tira). Estos monoblocks de planta baja y dos pisos comunicados por escalera, ocupan una gran zona parquizada y con densa arboleda. En su interior se desarrolla un centro comercial, escuela, jardín de infantes y la Iglesia de San Pantaleón, que junto con la emblemática cancha de Nueva Chicago son hitos significativos de la identidad barrial. El predio guarda memoria de la antigua quinta del mismo nombre y del natatorio para niños con problemas respiratorios.

Huellas Urbanas en Parque Avellaneda

El miércoles 28 de agosto de 2019 se realizó el recorrido correspondiente a Parque Avellaneda, con la coordinación de la Arquitecta Rossana Castiglioni y el Historiador Leonel Contreras.

El recorrido, que comenzó en Av. Juan B. Alberdi y Av. Lacarra (esq. SE, barrio Marcelo T. de Alvear) y culminó en Av. Olivera y Av. San Juan B. de Lassalle se desarrolló durante más de 3 horas durante las cuales un grupo de vecinos pudo reconocer y analizar las alteraciones de la traza urbana de este barrio de la Comuna 9.

La Arq. Castiglioni y el Lic. Contreras inician el recorrido.jpg

El rasgo más significativo del barrio es la presencia del parque y los espacios con predominio de verde que corresponden al Barrio Alvear. Todo ese sector reconoce un origen común en la denominada Chacra de los Remedios o de las Huérfanas, creada por las Hermanas de la Santa Caridad, en el siglo XVIII, para la atención de las esas niñas.

En 1821, a partir de la reforma eclesiástica llevada adelante por Bernardino Rivadavia, mediante la cual se incautaron los viernes de la Iglesia, tomó posesión de “Los Remedios” la Sociedad de Beneficencia.

En 1828, la chacra fue adquirida en subasta pública por Clemente Miranda asociado al hacendado ecuatoriano Domingo de Olivera. En esa época se estableció el tambo modelo, algunas de cuyas edificaciones subsisten dentro del parque. La chacra de los Olivera era, en el siglo XIX, la más extensa del Partido de San José Flores.

Fallecido Domingo de Olivera, la chacra fue parcelada entre sus hijos. El casco histórico, delimitado por Directorio, Lacarra, Moreto y Gregorio de Laferrere, correspondió al menor de ellos, quien, en 1912, lo vendió a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires con destino a parque público. Su nombre era Parque Olivera, pero esta denominación se cambió unos meses después por la de Parque Presidente Nicolás Avellaneda.

Parque Avellaneda, casona de los Olivera.jpg

Respecto al Barrio Alvear, delimitado por las calles Lacarra, Juan B. Alberdi, Olivera y Directorio tuvo su origen en los terrenos adquiridos por la Municipalidad que pasaron al ámbito de la Comisión de Casas Baratas, que era presidida por el diputado nacional Marcelo Torcuato de Alvear. Se construyó en tres etapas, con tipologías arquitectónicas diferenciadas. En la primera, entre 1923 y 1926, se edificaron viviendas individuales;

Barrio Alvear, Vista de las viviendas, etapa 1 y al fondo monobloques construidos en 1950.jpg

en la década del 40 el Banco Hipotecario Nacional realizó una serie de pabellones

Barrio alvear, pabellones construidos en la década del 40.jpg

y en la década del 50 se completó con los monobloques que podemos observar sobre la Av. Juan Bautista Alberdi y sobre Directorio.

Barrio Alvear, monobloques construidos en la década del 50.jpg

Durante la recorrida, además, pudimos observar la traza del Tranvía a Vapor del Oeste (hoy Avenida Olivera) y la que correspondía a la vía del Tren de la Basura, hasta su encuentro con el Ferrocarril Oeste. Dicha traza dio lugar a la Avenida del Justicialismo, hoy Autopista Perito Moreno, otro de los rasgos notables del área, que se destaca por el gran impacto negativo para la integración del barrio y del parque.

Finalmente, la Av. San Juan Bautista de Lassalle, refleja el recorrido del Arroyo Cildañez, que fuera entubado entre 1941 y 1960.

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