4 octubre, 2025
word-image-9843-1

Nuevamente una intervención del Gobierno de la Ciudad ha mostrado su falta de consideración y respeto por el patrimonio cultural barrial.

El CeSAC Nº 4 es un Centro de Salud Nivel 1, dependiente el área del Área programática del Hospital Santojanni, ubicado en la Plaza Salaberry, Av. Juan Bautista Alberdi 6300. El proyecto de reforma y ampliación, recientemente completado, incluyó la construcción de nuevos consultorios y sala de usos múltiples, y la ampliación de la farmacia, la sala de enfermería, el vacunatorio y el mesón de atención.

Al ejecutar estas obras fue tapado el mural realizado en el año2001 por artistas del barrio de Mataderos, que se encontraba en el ingreso al edificio, implantado en el interior del espacio verde delimitado por Av. Juan Bautista Alberdi, Cafayate, Pilar y Bragado.

Los autores del mural eran parte del grupo “Artistas Plásticos Liniers – Mataderos” formado por artistas nacidos o residentes en estos barrios, con el objeto de promover y dar a conocer la producción barrial en diversos espacios de la Ciudad y otros ámbitos nacionales. Con el apoyo del entonces Centro de Gestión y Participación N° 9 concretaron exposiciones en universidades, museos, galerías, salas y espacios de arte y editaron el libro del mismo nombre que fuera declarado de interés cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

El diseño elegido recuerda el frente de la Recova y del Hospital Juan F. Salaberry, imágenes representativas del barrio de Mataderos. Es de Beatriz Olivera Querol, en conjunto con los artistas plásticos Rosa Pantano, Fernando Martín Ruiz y Norberto Ricco.

En las imágenes, el mural en ejecución con la colaboración del cuerpo de bomberos del Cuartel X de Bomberos de Villa Lugano.

Todos los artistas participantes son reconocidos por su trayectoria profesional y su compromiso con la cultura barrial.

Beatriz Olivera Querol, nacida en 1959, es Técnica en Diseño y Promoción Publicitaria, egresada de la Escuela Nacional de Educación Técnica Fernando Fader. Rosa Pantano nacida en 1951, cursó estudios de Dibujo y Pintura en el Departamento de Arte del Instituto Megly y la carrera de Artes Visuales en el Instituto Universitario Nacional de Arte. Fernando Martino Ruiz nació en 1966. Es Profesor de Bellas Artes en Pintura y Escultura, formado en la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón” y en el taller de esculturas de Sara Mansilla. Norberto Ricco fue Diseñador gráfico, egresado de la Escuela Panamericana de Arte, pintor, dibujante y muralista. Fueron sus maestros Geno Díaz, Bernardo Di Vruno y Demetrio Urruchía. Todos han participado en muestras individuales y colectivas, y recibido reconocimientos municipales, provinciales, nacionales e internacionales.

La obra de Norberto Ricco, reconocido además por ser el autor del Emblema del Barrio de Mataderos, también sufrió el impacto de la falta de respeto por la cultura y la identidad barrial. En este caso la fuerza de su familia por defender su legado y el compromiso de organizaciones, vecinas y vecinos del barrio, comuneros y legisladores logró restaurar su presencia en las calles de nuestro barrio.

El Emblema de Mataderos fue establecido como tal en 1992, cuando la entonces Municipalidad de la Ciudad, impulsó un concurso para crear el emblema o escudo barrial. Un jurado, conformado por los artistas plásticos Orio Dal Porto, Daniel Otálora, Orlando Arena, Margarita Spera y Josefina Di Motta y por dos representantes de la Municipalidad seleccionó el dibujo presentado por Norberto Ricco. Sobre esta base, el artista realizó una obra que se emplazó en la intersección de la Av. Juan Bautista Alberdi y Murguiondo, en 1993.

En el año 2019, el emblema había desaparecido. El sábado 15 de abril de 2023, en el marco de los festejos de los 134 años del nacimiento del barrio, volvió a estar presente en su ubicación original. La réplica, donada por la familia Ricco y realizada por su hijo Facundo, fue bendecida, tal como había sucedido con el original en 1993, por el padre Domingo Bresci.

No tuvieron la misma suerte los murales que recordaban la historia del barrio pintados en 1997, con participación del artista en las paredes del anfiteatro del Parque Alberdi, los que quedaron cubiertos por una capa de pintura gris.

Esperemos que el Gobierno de la Ciudad haga su aporte para que, contando con la buena voluntad de los artistas, todas estas obras puedan ser reconstruidas.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *