¡Y ya son 20! Floresta Rugby Club
Escriben Lucas Barrios y Jennifer Lopez
Un 3 de septiembre pero del año 2005, nació un club con una idea muy clara, llevar el rugby a los barrios del centro y sur de la ciudad, donde éste deporte no era tan común. Así fue cómo surgió Floresta Rugby Club, un lugar que hoy ya forma parte de la vida de muchos chicos y su familia.
Aunque el club promueve el deporte en general, el rugby es el alma del lugar. Compiten en la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA), en el grupo desarrollado, con un equipo de primera y uno de intermedia. También tienen divisiones infantiles, que va desde los 5 a 14 años, juveniles de 15 a 19 y hasta una categoría de veteranos, para los mayores de 35. En 2018, obtuvieron un gran logro: ascender a la tercera división. Aunque fue solo por un año, quedó como uno de los momentos más importantes en la historia del club. Hoy en día sueñan con volver a subir, pero su máximo enfoque está en formar nuevas generaciones, que sigan inculcando los valores de la institución.
Hablamos con su actual presidente, Germán Brizuela, quien comenzó su historia con el club hace más de 10 años siendo jugador del plantel superior, para luego ser entrenador y hoy ser el líder principal de la institución. “Nuestro objetivo no es solo formar jugadores con capacidad de competir sino además invitar a chicos y grandes a ser parte de un proyecto que promueve el deporte, la salud y el bienestar integral de las personas. Queremos que cada chico encuentre una segunda familia”, expresó.
Floresta Rugby Club es un lugar donde no se trata solo de competir. Buscan formar personas con valores, no solo buenos jugadores, lo que la gran mayoría de los clubes buscan en las personas, desviar las calles con malos hábitos. “El equipo está primero”, repiten siempre.
Enseñan valores como la solidaridad, el esfuerzo y el respeto, cosas que el rugby pone en práctica todo el tiempo. Así mismo las familias juegan un rol clave. Muchos padres y madres ayudan en lo que pueden, desde entrenar a los más chicos hasta armar las canchas o preparar la comida después de los partidos. Durante la pandemia, incluso se organizaron para ayudar a quienes más lo necesitaban.
Hoy en día se encuentran entrenando en el polideportivo de Parque Avellaneda y juegan los partidos en la Ciudad Deportiva Don Bosco, en La Matanza. A su vez, también empezaron a usar las instalaciones del club Deportivo Español para los entrenamientos del plantel superior.

Como todo club de barrio, tienen desafíos económicos. La cuota es accesible, pero los gastos para competir son altos. Por eso están buscando sponsors o apoyos que los ayuden a seguir creciendo sin dejar a nadie afuera. Una lucha que día a día sufren los clubes de barrios más vulnerables. A si mismo German fue consultado por cómo él desea ver al club dentro de 10 años: “Queremos más gente, más categorías, más actividades, un espacio propio… pero sobre todo, seguir siendo lo que somos: un club social, comunitario y con los pies en el barrio”. Declaró el presidente con mucha ilusión: Floresta Rugby Club es mucho más que un equipo. Es un proyecto, y aunque ya pasaron 20 años desde su fundación, éste sigue creciendo con esfuerzo, pasión y sobre todo, con mucho amor por el deporte y por su gente.
