En el barrio se recuerda, por su gravedad, un accidente ocurrido en 1944, cuando un colectivo de la línea 49, volcó y se incendió dejando el lamentable saldo de diez muertos y once heridos. El accidente ocurrió frente al número 6162 de la Avenida Juan Bautista Alberdi, donde se encontraba el Cine del mismo nombre. Los diarios de la época reflejaron con grandes titulares y fotografías, como la que encabeza esta nota, el luctuoso accidente.
Feliciano Eusebio Álvarez en Recuerdos de mi barrio narra lo sucedido: “En forma instantánea su carrocería se envolvió en llamas. Los vecinos que se acercaron en un primer momento no pudieron intervenir; el fuego tomó gran incremento y las llamas se elevaron a varios metros de altura. Mientras tanto los pasajeros luchaban por salir de esa trampa mortal, Aquello era un infierno, todos encerrados en ese sarcófago al rojo vivo. Algunos, con enormes esfuerzo, pudieron escapar de ese montón de hierros rojizos y arrojarse al pavimento para salvar sus vidas, con sus ropas ardiendo, otros se quedaron para siempre encerrados en esa caldera fatal”.
Sobre las causas del accidente algunos vecinos y comerciantes que lo presenciaron indicaban que fue por esquivar unas tablas colocadas en la calle, frente al Cine Alberdi, que estaba siendo refaccionado. También se mencionó un camión que transportaba ladrillos y llevaba un gran acoplado que obstaculizaba el tránsito.
El cine teatro Alberdi fue segundo cine del barrio, inaugurado en 1925. Era propiedad de Pedro Accame, y se hizo popular por las presentaciones de artistas famosos. Se dice que actuaron Gardel, Magaldi, Corsini, Charlo, Libertad Lamarque, Tita Merello, Rosita Quiroga y Hugo del Carril, entre otros. Además de espacio de espectáculos fue lugar de encuentro de vecinos y trabajadores, como los obreros del Frigorífico Lisandro de la Torre que se reunían allí en asamblea para tratar asuntos gremiales.
Ofelio Vecchio, en su libro Cien años de Mataderos también registra el trágico accidente y nos cuenta que “Surgió la leyenda de Mingo: hombre solitario, abandonado, que deambula diariamente por las calles (parecía un ciruja), triste y hambriento. Se decía que era familiar de una de las víctimas de aquella tragedia”.