Desde hace 22 años, en la noche del 20 al 21 de junio se celebra en la Wak´a de Parque Avellaneda la ceremonia del Regreso del Sol o Inti Raymi. Por segundo año, con motivo de la emergencia sanitaria, será a distancia, “desde la convicción de las personas en sus hogares, para poder volver a reencontrarse en un futuro cercano en su lugar natural, la Wak’a, espacio que simboliza el encuentro y la siembra de las culturas ancestrales)”.
El encuentro virtual tendrá lugar vía zoom este lunes 21, desde las 20h, en forma de conversatorio con referentes de los pueblos originarios que se reúnen en la Wak’a. El ID de reunión es: 765 9110 8254 y el Código de acceso: Wak’a
Inti Raymi es una ceremonia de origen incaico, en honor al dios Sol (Inti), en la que se celebra el comienzo de un nuevo ciclo de vida. Coincide con el solsticio de invierno en el hemisferio sur, el momento en que tiene lugar la noche más larga del año.
La ceremonia presenta variaciones y nombres diferentes según los diferentes pueblos originarios que la celebran. Así, en quechua es Inti Raymi, en aymara Wilka Kuti y en mapuche We Tripantu (o Wiñoy Tripantu).
“Se celebra con el amanecer el nacimiento del nuevo sol y se agradece porque todo nacimiento es vida. Desde lo espiritual, quienes van a recibir al nuevo sol, son uno. Con esa energía se juntan todos los fuegos en agradecimiento al sol. En efecto, cuando está por amanecer, se forma una única pira y se realiza en torno a ella la ceremonia de agradecimiento. Durante el rito de agradecimiento se acercan a la Wak’a en parejas, se arrodillan y colocan en la tierra los frutos que salen de ella, como trozos de fruta, semillas o legumbres. Una vez que pasan todos, se tapa el lugar donde se hicieron las ofrendas para que la Madre Tierra también pueda comer de aquello que produce”, nos explican los convocantes, desde la Mesa de Trabajo y Consenso de Parque Avellaneda.
A partir de la reforma de la Constitución Nacional de 1994, los derechos de los pueblos originarios fueron incluidos en el artículo 75, inciso 17, que promueve el reconocimiento de su preexistencia étnica y cultural; el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural. Además, el nuevo Código Civil y Comercial promulgado en 2014 estableció que las poblaciones indígenas reconocidas tienen derecho a la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan. El respeto por sus ceremonias es también una reivindicación política de su identidad y sus derechos. La Ciudad de Buenos Aires, sancionó en 2004, la ley 1550, que reconoce al 21 de junio como el Año Nuevo de los Pueblos Originarios y justifica la inasistencia a clases de los alumnos y docentes pertenecientes a estas comunidades.
En la foto, la Wak´a de Parque Avellaneda.