Para bailar el tango no hay que estudiarlo, hay que sentirlo, nos decía este gran bailarín que durante toda su vida se dedicó a él, creando espectáculos y llevándolos por los escenarios del mundo.
Nació el 31 de mayo de 1931 en el barrio de Mataderos. Dice la leyenda que mientras su abuelo materno, Juan Berti, tocaba tangos con un amigo en el patio de la casa, su madre estaba dando a luz.
Creció en Villa Pueyrredón, donde comenzó a bailar en las milongas y a desarrollar su estilo particular. Formó pareja con María Nieves Rego a quien conoció cuando ella tenía 14 años y él 17. Fue su compañera en la vida y en el tango. Se separaron, Juan Carlos se casó con otra mujer, pero durante mucho tiempo siguieron bailando juntos.
En 1951 se compitieron en un concurso de baile en el Luna Park, donde obtuvieron el primer puesto enfrentando a 300 parejas. Entonces, Copes montó su propia compañía de tango y armó shows en diversos teatros. En 1955, con un grupo de bailarines aficionados, presentó la primera obra de danzas porteñas de dos horas de duración. En diciembre de ese año firmó su primer contrato profesional y debutó en el Teatro el Nacional y en el Tabarís, con el espectáculo «Juan Carlos Copes y su ballet de tango».
Una gira por Latinoamérica lo puso en contacto con Ástor Piazzolla, cuando ambos se presentaron en un prestigioso programa de la CBS. De allí surgieron contratos para actuar en teatros en Nueva York y en Europa. Con Piazzolla volvería a trabajar en 1968, cuando coreografió la ópera María de Buenos Aires.
En 1983, fue una de las principales figuras de “Tango Argentino” (de Claudio Segovia y Héctor Orezzoli) junto a otros grandes bailarines como los Rivarola o Virulazo. Se dice que fue este espectáculo el que dio un nuevo impulso al tango-danza y lo difundió por todo el mundo, con sus presentaciones en París, Londres, Broadway y Tokio, entre otras grandes ciudades.
“Tango Argentino” fue nominado a tres premios Tony en 1986, como Mejor Musical, Mejor Dirección y Mejor Coreografía. Copes compitió con coreógrafos como Bob Fosse, Wilford Leach y Richard Waltby
En 1986 fue invitado junto a María Nieves, a bailar a la Casa Blanca para el presidente Ronald Reagan. Recibió el reconocimiento de grandes bailarines como Gene Kelly y fue distinguido por la Unesco y el New York Times.
Participó en muchas películas. Como bailarín, tomando parte en siete largometrajes, entre ellos, “Tango Baile Nuestro” con Robert Duvall; “Funes, un gran amor” de Raúl de la Torre; “Arena de Tango Mío”, de la BBC de Londres. Fue coreógrafo de “Tango, la película”, de Carlos Saura (1998), y protagonista del documental “Un tango más”, de Germán Kral (2015).
Recibió varias distinciones oficiales, incluyendo la de “bailarín del siglo”, que le otorgó en el año 2000, tras votación popular, la Legislatura porteña.
En el último tramo de su carrera, durante seis años, se desempeñó en el espectáculo Tango Porteño, hasta que se vio obligado a retirarse, cuando un caso de mala praxis lo dejó con problemas de lumbalgia. Tras el abandono de sus empleadores, Tango Porteño (Metro S.A), de Diego Masser y Víctor Blanco (presidente de Racing), se encontró en una situación económica precaria y fueron los más jóvenes, agrupados en la asociación Trabajadores del Tango Danza, quienes intentaron defender sus derechos.
En diciembre de 2020, él y su esposa Myriam Albuernez contrajeronCOVID-19. Aunque lo superó en primera instancia el coronavirus lo dejó muy debilitado y sus secuelas agravaron la enfermedad pulmonar crónica que arrastraba.
Falleció a las 23.30 del 15 de enero, a causa de un paro cardiorespiratorio., en el Sanatorio La Torre de la localidad de Florida, donde había sido internado el día anterior. Tenía ochenta y nueve años
La noticia de su muerte fue revelada por su hija Johana Copes, por las redes sociales. “Fue todo muy rápido, falleció mi papá. Su brillo quedará intacto en las estrellas y en la historia del Tango Danza por siempre” escribió quien era también su compañera de baile.