11 de junio Día del Vecino

Todos los 11 de junio, desde 1959, se celebra en la Ciudad de Buenos Aires el Día del Vecino, y desde 1990, en la misma fecha el Día del Vecino Participativo, reconociendo a quienes sostienen con su trabajo las organizaciones sociales, culturales y deportivas barriales.

Hoy, en el marco de la pandemia de Covid-19 y las medidas de prevención como el aislamiento social debemos destacar especialmente la tarea de quienes brindan todo su esfuerzo para ayudar a sus vecinos más necesitados, acercándoles comida a través de bolsones de donaciones, organizando ollas populares, asistiendo a los adultos mayores en sus necesidades o colaborando en las medidas de higiene y prevención sanitaria.

Desde el 24 de junio de 1959, a través de la Ordenanza 15.201 (B.M. 11.124) de la Ciudad de Buenos Aires, se celebra todos los 11 de junio el “Día del Vecino”, por iniciativa de Romero Raffo Bontá, un miembro de la Asociación Vecinal de Villa del Parque. La fecha se eligió en coincidencia con el “Día de Buenos Aires” establecido por Ley 1.652 en conmemoración de la fecha del año 1580, en que la ciudad fue fundada por Juan de Garay.

Se destacaban entonces, tres elementos clave para ser buenos vecinos: ser solidarios, estar atentos ante cualquier problema, ofrecer ayuda a quien la necesita; comunicarse, estar abiertos a escuchar algún reclamo, o simplemente, reconocer al otro en el saludo y ser respetuosos en la convivencia diaria.

En 1990, se instituyó en Buenos Aires, por el Decreto Nº 578/90, esa misma fecha como “Día del Vecino Participativo”, cuya intención es destacar la importancia del trabajo mancomunado entre las organizaciones barriales, los vecinos y el Estado, junto a la presencia de asociaciones civiles, culturales y deportivas.

Según datos del Gobierno de la Ciudad, existen en Mataderos más de 50 asociaciones. Entre ellas se destacan asociaciones civiles, deportivas, sociales y culturales, centro de jubilados y centros de actividades religiosas e iglesias.

La mayoría fueron creadas durante la primera mitad del siglo XX. En ese entonces jugaban un papel muy importante en la vida social. Eran el lugar de encuentro de los jóvenes, de integración de los inmigrantes, de práctica del deporte favorito y de esparcimiento después de las agotadoras jornadas de trabajo.

En el siglo XXI, las organizaciones de la comunidad siguen vivas, – a veces sobreviviendo -, activas y cumpliendo su rol social. En algunas, con la vuelta del tango, volvieron los bailes y las prácticas, en otras las colonias de vacaciones y los comedores infantiles contienen y ayudan a las familias de trabajadores que necesitan apoyo y cuidado para sus hijos, otras acompañan a los centros de jubilados, y muchas brindan a los niños y los jóvenes la oportunidad de iniciarse en la práctica de algún deporte o actividad física.

En este momento tan difícil que nos toca vivir, en el que el encuentro vecinal es casi imposible, ellas son el marco donde muchas personas se organizan para ayudar a los demás, a los que más lo necesitan. Celebremos la dedicación, vocación de servicio y solidaridad de éstos, nuestros genuinos vecinos participativos.

En la imagen, reparto de ayuda alimentaria en el Club Cárdenas, Av. Cnel. Cárdenas 2910 esquina Gregorio de Laferrere.

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