Cuentos de nuestros abuelos y abuelas

Abuelos de distintas colectividades grabaron cuentos en un podcast para mantener viva la llama de sus culturas. La plataforma, creada por el Gobierno de la Ciudad, registra las historias narradas por ellos mismos, en español y en su idioma original.
Son abuelos de distintas colectividades que viven en Buenos Aires. Trajeron en sus valijas toda la cultura de sus países de origen y en esta nueva sociedad que forman quieren compartirla con otras personas, sean porteños o de cualquier parte del mundo.
El registro ya tiene archivos en hebreo, árabe, griego, búlgaro, creole, portugués, vasco, chino e italiano, y sus correspondientes traducciones al español. Se pueden escuchar en el canal de la Ciudad en Spotify. Lo novedoso es el formato elegido, ya que estas historias se pueden escuchar en formato de podcast desde cualquier dispositivo con conexión a internet.
Entre los que ya participaron se encuentra Sergina Boa Morte, de Brasil, que fue vecina de Parque Avellaneda. Como son adultos mayores forman parte de uno de los grupos de riesgo y son vulnerables en caso de contagiarse con el virus Covid-19, el contacto con ellos se realizó a través de la plataforma Zoom.
Sergina llegó a Buenos Aires el 2 de septiembre de 1971, como parte de una gira artística de folclore de su país que recorría toda Latinoamérica y ya nunca se fue.
“De los miles de cuentos que hay en Brasil, de guaraná, de mandioca, de pastoreo, el que me inspiró espontáneamente fue La Casa, de Vinicius, un tema que cuando yo era chica la tocaba en la guitarra. Es realmente representativo de Brasil” cuenta Sergina.
“Tengo dos nietos: Sindaé tiene 20 años y estudia para ser productor musical, y el chiquito, Luan, tiene 6 años. Por esas cosas de la genética, Sindaé es negro, o afro, como se dice ahora, y Luan es rubio con ojos claros”.
“Acá hay una gran colectividad africana. Y algún día va a haber una comunidad afroargentina. Celebro esta oportunidad porque por un lado es un punto a favor para que acepten a los extranjeros, y por otro, es importante preservar la inocencia de los niños. Ellos van absorbiendo todo lo que escuchan en sus casas”, opina Sergina.
También resalta la necesidad de que el proyecto siga. “Por dos razones. Primero, para que haya una mayor consideración hacia los adultos mayores, los abuelos. Y también para que los niños se acostumbren y se adapten para que tengan un futuro mejor”.