“Linda ya nos pertenece, Linda ya es… UNA MUJER INFINITA”, con estas palabras que compartimos cierra la presentación de su historia el blog dedicado a Linda Romano Cassagnes, quien nos dejó físicamente el 13 de octubre. Artista plástica reconocida a nivel nacional e internacional, vivía y trabajaba en el barrio Los Perales.
Linda nació en Venecia, el 20 de Diciembre de 1915. A los trece años emigró a Argentina. Estudió pintura y dibujo con importantes artistas como Demetrio Urruchúa, Antonio Chiavetti y Besares Soraire. Realizó exposiciones en todo el país y en Europa. Sus obras integran colecciones de arte en Canadá, Estados Unidos, España, Francia, Italia, Uruguay y Brasil y fue convocada para integrar jurados en concursos, certámenes y muestras.
Pero no todo fue fácil en su vida, llegó al país siendo adolescente escapando con su familia del régimen fascista, su padre la impulsó a pintar pero su primera pareja se lo impedía por lo que siendo madre de tres niños, se divorció en la década del 50. Ser mujer, migrante y artista no era, ni es, sencillo, por eso Linda fue feminista sin saberlo. Felizmente encontró un nuevo compañero que la ayudó a desarrollarse y a emprender su enorme tarea creativa, plasmada en numerosas exposiciones y merecidos reconocimientos.
En 2018, el Gobierno Nacional la homenajeó con una distinción como la artista plástica en actividad más longeva del mundo y expuso su obra en el Museo de la Casa Rosada. La Legislatura porteña la nombró “personalidad destacada de la cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” y recientemente la Cámara de Diputados la declaró personalidad destacada en el ámbito de la cultura, por su extensa trayectoria y aporte realizado a la comunidad durante toda su vida”.
“Creatividad, dedicación, amor y un constante deseo de superación son motores de la inspiración, que no pueden faltar en quién se considera artista” con estas palabras, Linda se refería al arte y los artistas, que es como decir a sí misma.