El gobierno de la Ciudad decidió reforzar la seguridad y sumar más médicos a las Unidades Febriles de Urgencia que funcionan en los hospitales públicos luego de que la Asociación de Médicos Municipales anunciara un paro a raíz de la agresión sufrida por un médico del Hospital Santojanni.
“Nuestra exigencia fue escuchada: las autoridades finalmente decidieron reforzar la seguridad con más policías. Sin embargo, notamos que hay uno o dos colegas en cada UFU y están sobrecargados de trabajo. Pedimos también reforzar con más profesionales y tuvimos una respuesta favorable: sumarán personal para cubrir los faltantes”, expresaron desde la Asociación de Médicos Municipales, institución que nuclea a los médicos que prestan servicios en los establecimientos sanitarios públicos de CABA.
El jefe de la Unidad Febril de Urgencia del Hospital Donación Francisco Santojanni sufrió una agresión brutal en el marco de la demanda de hisopados que se vio incrementada por el aumento de los casos de coronavirus en vísperas de los festejos de Nochebuena y que excedió ampliamente la capacidad de testeo de las UFUs y de los centros de testeo de la Ciudad en general.
Este lamentable suceso determinó que la AMM emitiera un comunicado en el que expresaba:
“LOS MÉDICOS PARAMOS ANTE LA VIOLENCIA Y FALTA DE PROTECCIÓN. Para cuidar a nuestros pacientes y salvar vidas necesitamos medidas de seguridad básicas que lamentablemente no existen y las autoridades no dan respuestas pese a reclamos persistentes. Por eso y para preservar la integridad de los médicos y médicas que han sufrido actos de grave violencia en las UFU definimos PARO hasta que se tomen los recaudos solicitados por la AMM que garanticen un escenario seguro para los colegas. Las guardias sólo realizarán hisopados a pacientes con criterios de internación. El compromiso de los médicos es inclaudicable. Esperamos que las autoridades entiendan que cuidar al equipo de salud es necesario para asegurar que la población esté cuidada, y tomen las decisiones que haya que tomar”.
El reclamo fue acompañado por la Defensoría del Pueblo, la que se comunicó con las autoridades del Gobierno de la Ciudad.
Ante esta situación el Ministerio de Salud porteño informó que desde el Ministerio de Seguridad se emitió una orden de servicio para que en cada una de las UFUs hubiera presencia policial y refuerzo de seguridad privada. Asimismo señaló que se continúa trabajando en el pedido de los/as profesionales de las UFUs y demás centros de testeo de la Ciudad de incorporar más personal para poder atender la demanda actual de hisopados.
“Las situaciones de violencia vienen incrementando desde hace ya un tiempo. La gente viene cada vez más nerviosa. Se incrementó mucho la demanda de testeos. Veníamos de una demanda de entre 100 y 200 diarios y nos estamos encontrando con una demanda de 500 diarios ahora”, comentó Oscar Szwarcman, el médico agredido.
El mismo señaló que comenzaron la atención a las 7.30, antes de lo previsto, pero era sólo tres médicos. Al finalizar el horario de atención, hubo gente que quedó sin poder ingresar y fue el momento en el que empezaron los incidentes.
Szwarcman, quien producto de la agresión sufrió una fractura de tabique nasal, detalló que se encontraba en la parte de afuera. “Apareció una persona de la nada y me preguntó: ‘¿Vos sos el jefe de Febriles? Quiero decirte algo’. En ese momento me saco la máscara y me doy vuelta para preguntar qué quería y en ese momento me encuentro con el puño en la cara”, detalló.
Finalmente, con el refuerzo en la seguridad y la promesa de aumento del personal las UFUs continúan con su trabajo habitual.
“Sabemos que aún falta mucho por hacer y que para construir la salud pública que necesitamos, hay muchas batallas por dar, pero estamos en el camino. Vamos a seguir dando pasos para cuidar a nuestros médicos y médicas y no vamos a descansar hasta que haya sueldos dignos, espacios seguros y condiciones necesarias para desarrollar nuestro trabajo”, expresaron desde la AMM.