“En esta época, es vital preservar los lazos sociales, mantenernos comunicadas y comunicados. Hay un impulso de creatividad e innovación y de salud social si se quiere, que es imprescindible apoyar y cuidar”. Son algunas de las ideas que nos trasmiten los miembros del grupo de Teatro Comunitario de Mataderos.
Res o no res, formado por vecinos que se acercan y se incorporan para crear, teatralmente, sobre las historias del barrio, existe desde hace 18 años. A través de las obras de creación colectiva que representan, recuperan la memoria y la identidad local. Por la continuidad y la calidad de su trabajo fue declarado de Interés Cultural por la Legislatura porteña
Sus integrantes son vecinos y vecinas de todas las edades que hacen teatro sin ser profesionales, como un modo de establecer vínculos que no estén modelados por intereses, sino por compartir ideales donde la memoria y la solidaridad sean las razones para convivir y construir desde el arte popular.
Pero la epidemia de coronavirus y las medidas preventivas de aislamiento social obligatorio, han postergado la realización de las actividades que implican encuentros presenciales.
Para saber cómo está funcionando entrevistamos a Estela Calvo, directora general y a Rocío De Rose, comunicadora social e integrante del grupo.
¿Cómo ha impactado en su trabajo la situación planteada por la epidemia de coronovirus y las medidas de prevención como el aislamiento social obligatorio?
Estela: La pandemia, como es obvio, nos ha confinado en nuestras casas y ha suspendido todo encuentro de grupos. Por lo tanto, ha interrumpido nuestros ensayos y reuniones, también la programación de salidas, presentaciones y eventos que teníamos para este tiempo y, sobre todo, la incorporación de nuevos integrantes ya que se declara la cuarentena justo cuando esperábamos acudiera la nueva gente que llegaría respondiendo a la convocatoria que ya habíamos hecho.
Rocío: Previo al decreto del aislamiento social obligatorio, realizamos un ensayo en el cual tomamos todas las medidas preventivas para cuidarnos entre nosotras y nosotros. Luego de que se decretara el aislamiento, suspendimos nuestras actividades presenciales. Es decir, actualmente no estamos realizando los encuentros de los sábados como es habitual. En este sentido, afectó el modo en el cual veníamos manejándonos. Sin embargo, no es más que una invitación a repensar herramientas y dispositivos para mantenernos en actividad.
¿Siguen realizando actividades? ¿Cuáles y cómo?
Estela: Seguimos realizando algunas actividades a ritmo lento. Algunas propuestas de actividad artística/creativa que cada unx tiene que desarrollar en su casa para seguir entrenando y luego incorporar a los ensayos. También tareas como la organización y preparación de un evento de Homenaje a los obreros del Frigorífico Lisandro de la Torre que queremos tomar como un eje permanente que se desarrolle con diferentes eventos en el tiempo. Y seguimos con la organización administrativa interna, preparación de balance, por ejemplo, seguimiento de subsidios presentados o presentación de nuevos, etc.
Rocío: Aunque no realicemos actividades de forma física y presencial, nos mantenemos conectadas y conectados a través de los medios sociales ya que creemos que, en esta época, es vital preservar los lazos sociales. Intentamos generar dinámicas para mantenernos activas y activos y, desde la Dirección Artística, se han mandado ejercicios para realizar durante la Cuarentena y seguir entrenando desde casa. Por otro lado, intentamos mantenernos comunicadas y comunicados con el resto de los grupos de teatro comunitario a través de la Red Nacional de Teatro Comunitario. Eso es, generar “desafíos” para realizar y mantenernos juntas y juntos en la totalidad del movimiento. En esta época, nos animamos a contar a través de los medios sociales (Instagram y Facebook) una anécdota que vivimos en el Tercer Encuentro de Teatro Comunitario en Olavarría del año pasado e invitamos a distintos grupos a hacer lo mismo. La idea es acompañarnos en estos momentos.
¿Cómo ha impactado en general en el trabajo de los artistas y la actividad cultural?
Estela: La pandemia ha impactado fuertemente en el trabajo de los artistas. Si no hay actividad artística, sobre todo de tipo teatral, musical y toda aquella que requiera público presencial, el trabajador no cobra y su sustento queda entre paréntesis. En Res la actividad es básicamente voluntaria por lo tanto no está tan afectada en este sentido. Si en otros.
En cuanto a la actividad cultural… Más allá de los esfuerzos por utilizar los canales virtuales, las presentaciones “en vivo”, el teatro on line, está claro que la cultura es gregaria: es reunión, es presencia, es gestualidad, es afecto, es cuerpo. La distancia impide esa circulación de la palabra con sus tonalidades y su música, del lenguaje con todos sus registros y su emocionalidad. Los cuerpos ausentes, la falta de su calor y de la modificación que ejercen sobre el otro, el ida y vuelta, la respuesta que proviene del público. Eso inmediato que resitúa al artista, que lo conmueve y lo lleva a transformar algo, ese intersticio en que la improvisación tiene lugar produciendo algo nuevo e inesperado. Todo eso que hace a la riqueza cultural de un grupo, de una comunidad, de un pueblo, falta. Y se nota. Y se extraña. Y se padece.
¿Qué se podría hacer? (desde el estado y desde los propios actores culturales)
Estela: Desde el Estado correspondería -pero ya a largo plazo- sostener SIEMPRE la actividad cultural independiente, aquella que surge de los artistas, los grupos, las comunidades, eso que hoy se llama Cultura Viva Comunitaria y que apunta al Buen Vivir. Sostener con presupuesto, con apoyo, con subsidios que no sean tan magros y tan difíciles de obtener como ocurre tantas veces. Comprender que ahí hay un impulso de creatividad e innovación y de salud social si se quiere, que es imprescindible apoyar y cuidar. Los actores culturales en la Argentina en particular, sabemos siempre hacer con poco. Casi nada. En tiempos de crisis sean inventado formas, modelos, estéticas. De hecho, el Teatro Comunitario explotó a partir del 2001. La cantidad de teatros independientes que surgieron durante y después de los 80: una casa, un balcón, una ventana, un PH. Todo era un escenario posible. Ni que hablar de las plazas y las calles. Eso, que algunos gobiernos tratan de impedir, de reglamentar, de meter adentro, de encerrar, es justo lo más vital, lo más transformador. Al decir de Walter Benjamin: “el teatro épico es habitar la corriente en contra de la corriente”. O más o menos así. Algo de eso ocurre. Hay una épica en esa arrolladora voluntad de construir y persistir y avanzar pese a todo.
A partir del aislamiento ¿se plantea, o se refuerzan otras formas de encuentro, de comunicación, no presenciales, como el uso de INTERNET y las llamadas “redes sociales”?
Estela: Si. Claro. ¡El whatsapp al rojo vivo! Tenemos dos grupos de whatsapp: uno para comunicar las cosas más formales: fechas, encuentros, consignas de trabajo, etc. Y otro para la “socialización”. Ahí va de todo. Hacia afuera, Res comunica por Facebook y por Instagram.
Rocío: Sin lugar a dudas. A partir del aislamiento se refuerzan otros medios de comunicación. Nos falta el encuentro real, el abrazo, el contacto pero, de cualquier forma, nos sentimos cerca. El grupo de WhatsApp del grupo se encuentra activo y, a través de esa vía, socializamos distintas expresiones artísticas para disfrutar de forma digital (muchas obras fueron subidas en estos días a Internet). Es decir, nos recomendamos películas, obras teatrales, lecturas, etc. De hecho, a raíz del aislamiento, decidimos subir a YouTube “Fuentevacuna” por el tiempo que dure la cuarentena para poder compartirla en estos tiempos difíciles. A la espera de que pronto podamos volver a hacerla, fue una decisión llena de amor y, sobretodo, pensando en acompañar a aquellas personas a las que el aislamiento las somete a sentimientos complejos.
Para ver Fuentevacuna: https://youtu.be/GIATim5awJg
Vías de comunicación de Res o no res:
Facebook: /ResONORes
Instagram: /res_onores
Email: TcResonores@gmail.com
El grupo de teatro comunitario Res o no Res del barrio de Mataderos, fue declarado de interés cultural por la Legislatura porteña con un acto en el Salón Dorado, donde sus integrantes presentaron su obra “Los Quijotes de la Cancha”.