Escribe Patricio Pérez Ututo
El 18 de junio se realizó en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, una Jornada de Reflexión sobre la problemática de abuso y maltrato del adulto mayor, organizada por el Legislador porteño André Labrunda (Unión por la Patria). Así mismo se intercambiaron ideas sobre cómo hacer de nuestra Ciudad un hábitat amigable con las personas mayores.
Los 15 de junio fueron declarados por la naciones Unidas «Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez», en respuesta a la violencia, el abuso, la discriminación y los malos tratos hacia las personas mayores, un problema social que no discrimina fronteras.
De él participaron numerosos representantes de centros y agrupaciones de jubilados y pensionados, de federaciones que los nuclean y de agrupaciones políticas que abordan la temática, así como las legisladoras y legisladores Aldana Cruccita (UCR-Evolucion) , Alejandro Grillo (Unión por la Patria), Maia Daer (Unión por la Patria)
Un panel formado por Cristian D’Alessandro (abogado previsional), Valeria Carreras (abogada previsional) y Andrés Lablunda abrieron la jornada.
Cada intervención de los panelistas estuvo mechada por aportaciones, opiniones y preguntas de los participantes que colmaron el salón. Hacemos a continuación un punteo del intenso y rico intercambio.
• La palabra maltrato como sinónimo de agresión y cuando eso se transforma en política de estado, desde el decir de un Presidente de la Nación que se refiere a las personas mayores como “viejos meados”, o los intentos de eliminar la Moratoria Previsional no aceptada por el Senado de la Nación, entre otras cosas.
• Los adultos mayores de la Ciudad –se afirmó- somos privilegiados. El gobierno nacional ha cerrado oficinas del Correo de pequeños pueblos de la provincia del Chaco, por ejemplo, a las que sus jubilados concurrían para cobran su remuneración.
• Es maltrato la amenaza de no poder responder a las necesidades básicas de alimentación, salud, vivienda, etc.
• Terminar con que la primera variable de ajuste sean las jubiladas y los jubilados.
• Es muy importancia estar nucleados en distintos espacios y la necesidad de unidad en la lucha común.
• El aislamiento individual y social como uno de los mayores problemas que enfrentan las adultas y los adultos mayores, que el gobierno no hace más que empeorarlo.
• También hay que combatir el aislamiento generacional y apostar al intercambio generacional.
• Que no se trate solamente de una jornada de reflexión, sino de abrir un camino de acción.
• El trato de “abuelo” como forma de ninguneo, discriminación y estigmatización. “Somos ciudadanos”
• Esta voz silenciada debe hacerse oír y lograr poder.
• Nuestra Ciudad adhirió en 2017 a la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores. Sin embargo, siendo que veintidós de cada cien habitantes son adultos mayores, existen múltiples barreas materiales y simbólicas que impiden que nuestra Ciudad sea, realmente, amigable. Una ciudad más habitable para los adultos mayores lo es para todos.
La Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores de la Organización Mundial de la salud (OMS) se creó en 2010 para conectar ciudades, comunidades y organizaciones de todo el mundo con la visión común de hacer de sus comunidades un digno lugar para envejecer. Se trata una respuesta –no la única- al creciente envejecimiento de la población mundial y al crecimiento exponencial de la urbanización. La iniciativa se centra en acciones a nivel local que fomenten la plena participación de las personas mayores en la vida comunitaria y promueven un envejecimiento saludable y activo.
La Ciudad de Buenos Aires ha adherido a tal iniciativa. En cada barrio, en cada Comuna tanto las personas mayores como la comunidad toda deben tomar en su conciencia y sus manos la tarea de hacer de cada uno de ellos, ámbitos de vida física y socialmente saludables.