El sábado 15 de abril, en el marco de los festejos de los 134 años del nacimiento del barrio de Mataderos, su emblema, creado por el artista plástico Norberto Ricco, volvió a estar presente en su ubicación original de Av. Juan Bautista Alberdi y Murguiondo.
Estuvieron presentes, además de la familia del artista, la totalidad de los miembros de la Junta Comunal y los Legisladores Juan Modarelli y Daniel Del Sol, junto a un numeroso público que incluía representantes de instituciones y organizaciones vecinales como la Junta de Estudios Históricos, el Foro de la Memoria de Mataderos, la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata, clubes del barrio y vecinas y vecinos muy emocionados por este acto de reivindicación de la memoria y la identidad barrial.
La réplica del emblema, donado por la familia Ricco y realizada por su hijo Facundo, fue bendecida, tal como había sucedido con el original en 1993, por el padre Domingo Bresci.
En el año 2019, el escudo de Mataderos había desaparecido. Desde entonces, Zulema García, esposa de Norberto, sus hijos Sebastián, Patricio y Facundo, organizaciones y vecinas y vecinos del barrio reclamaron la restitución del emblema a su emplazamiento, sin obtener respuesta. Entonces, sin dejar de lado la búsqueda de la obra original, la familia realizó una réplica y la ofreció en donación para que los vecinos y las vecinas recuperen esta parte de su historia y de su identidad.
Fue necesaria la aprobación de la Ley 6630, en base al proyecto presentado por el Legislador Juan Modarelli, con tratamiento en doble vuelta y convocatoria de audiencia pública para aceptar la donación y posibilitar su colocación en el espacio público.
Señalaba al respecto la comunera Lorena Crespo, quien supo prestar oídos a la demanda de la familia Ricco e impulsó la restitución del escudo al sitio de donde no debía haber salido: “Ayer el barrio de Mataderos cumplió 134 años. Y hoy lo festejamos de la mejor manera posible. La esquina de Murguiondo y Alberdi volvió a lucir orgullosa ese escudo del barrio. Este emblema representa para los mataderenses mucho más que un escudo. La representación material de la identidad y el amor que se siente por el barrio, por las costumbres y la identidad de ser de Mataderos. Gracias a la Familia de Norberto Ricco, autor del escudo original, y al trabajo de la junta comunal, ¡hoy el escudo vuelve para quedarse!”
