El Parque Avellaneda: área de protección histórica y espacio de planificación y gestión participativa

Escribe Liliana Elguezabal

El Parque Avellaneda, con casi 40 Has es el espacio verde de mayor superficie de la Comuna 9. Cuenta con aproximadamente con 1000 árboles, algunos de los cuales, más que centenarios, eran preexistentes o fueron plantados en 1914, año de su creación. Diversos actores expresan preocupación por su estado general y el cumplimiento de las leyes Ley 1153 de planificación y gestión participativa y 3042 de protección como patrimonio histórico y urbanístico. Mientras tanto, las vecinas y vecinos participantes de la Mesa de Trabajo y Consenso siguen aportando su esfuerzo para su preservación.

Normas de protección y acciones que atentan contra sus valores ambientales

En 2003, la Legislatura sancionó la Ley 1153, que le da legalidad a la forma de gestión asociada desarrollada a lo largo de años de trabajo. Esta Ley instituye tres elementos: su consideración como una Unidad Ambiental y de Gestión, el Plan de Manejo como instrumento de planificación elaborado participativamente, la Mesa de Trabajo y Consenso “como instancia de participación abierta y pública” para la planificación-gestión, monitoreo y orientación del Plan, integrada por representantes de las distintas áreas de gobierno y “…las personas, grupos y organizaciones que sean necesarias y/o expresen un interés público en la gestión del parque”, Un Administrador es designado por el GCBA, para coordinar la ejecución del Plan y los programas consensuados en la Mesa (Art. 3°).

A la vez, la Ley 3042, incluye a este espacio dentro del Área de Protección Histórica APH 45, que establece que “El Parque Avellaneda conforma un espacio público a escala urbana con alto valor urbanístico-ambiental, arquitectónico e histórico”. En particular, se refiere en su Art. 3° a “las masas arbóreas que por sus características particulares de tamaño, edad, valor simbólico, etc., gozan de una especial valoración” y establece que queda “prohibida la tala o trasplante de las especies vegetales de valor paisajístico“.

Estas disposiciones no son cumplidas o son cumplidas parcialmente por diversos organismos del GCBA, que no consultan ni respetan las decisiones de la Mesa. El Plan de manejo no es considerado, y sólo se sostiene por las acciones que llevan adelante los vecinos e instituciones participantes de la Mesa, como el Grupo de arbolado. El administrador fue designado en diciembre de 2020, luego de un año de reclamos.

Cuestiones que provocaron particular inquietud fueron la tala de árboles realizada sin considerar su valor ambiental y patrimonial, la falta de riego que afecta el estado de la vegetación y la puesta en funcionamiento de los baños, entre otras.

A las denuncias y reclamos de la MTC se suman diversas resoluciones y declaraciones aprobadas por la Legislatura, pidiendo informes al ejecutivo o insistiendo en el cumplimiento de las normas, sobre todo la Ley 1153 y la de protección del arbolado.

Entre ellas, la Resolución 120, de octubre 2020, solicitó informes sobre extracción de los árboles Ginkgo biloba y Eucalyptus crebra, ejemplares de Ulmus y sobre la poda Tipuanas, Ceiba speciosa, todos ellos centenarios.

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La respuesta del ejecutivo señaló que las intervenciones, que fueron realizadas entre abril y mayo de 2020, fueron ejecutadas por la Dir. Gral. de Arbolado, dependiente de la Subsecretaría de Gestión Comunal en base a “relevamientos realizados oportunamente”. En la documentación presentada no se especifica la fecha de los mismos, la formación profesional del personal, ni tiene firma del responsable. Asimismo aclara que se hicieron “de forma de excepcional y a pedido de la Comuna 9”. Respecto a la Ley 3042, señala que esa Dirección General resulta autoridad de aplicación. También informa que no participa en la Mesa de Trabajo y Consenso del Parque Avellaneda, sin fundamentar el motivo de este incumplimiento.

Cabe aclarar que en la Comuna 9 el mantenimiento de los espacios verdes, competencia exclusiva de la misma, ha sido concesionado a la empresa Casa Macchi. El mantenimiento del arbolado de alineación, así como de los ejemplares existentes en espacios verdes y edificios públicos, mediante otra licitación, fue adjudicado a la misma empresa.

Dos nuevos proyectos fueron presentados, en agosto de este año, por legisladores de la oposición. Uno referido a la Ley 1153 y otro que expresa “su preocupación por el estado de deterioro general” y solicitando que “el Poder Ejecutivo arbitre las medidas necesarias para realizar un estudio de diagnóstico sobre su estado de degradación para planificar su recuperación integral”.

Por otra parte, la Justica se ha pronunciado recientemente instando al Gobierno porteño a cesar las intervenciones sobre el arbolado de la ciudad (de alineación y en espacios verdes), hasta que no se cumpla lo dispuesto en la ley de arbolado. La Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario rechazó las apelaciones del Gobierno porteño y dejó firme el fallo de febrero del juez Guillermo Scheibler que lo obliga a suspender todas sus “intervenciones” mientras no se apegue a la ley 3263. “Basta de Mutilar Nuestros Árboles”, organización que desarrolla acciones por la protección del arbolado público, fue la que hizo la presentación que motivó esta respuesta de la Justicia.

El trabajo de preservación del patrimonio ambiental de la Mesa de Trabajo y Consenso

Mientras tanto la Mesa de Trabajo y consenso continúa realizando sus plenarios mensuales y ejecutando acciones en cumplimiento del plan y los programas consensuados.

En particular, el Grupo de Arbolado, que se conformó en 2020, desarrolla un proyecto para recuperar y embellecer el paisaje, consensuado con el Gobierno de la Ciudad. Dicho proyecto intenta revertir el proceso de deforestación que sufrió este espacio verde durante los últimos años, en los que el impacto del tornado del 2012, que destruyó muchos ejemplares añosos, se sumó a la falta de un plan de mantenimiento y reforestación, y la tala de ejemplares, sin reemplazo.

Las plantaciones programadas a tal fin comenzaron en el mes de octubre de 2020. La primera etapa culminó en diciembre. Se realizaron las que corresponden a la “Avenida del Ginkgo”, luego se plantaron especies nativas de talar, polenizadoras, ceibal, humedal y pajonal. En 2021 se continuó el trabajo de plantación de nativas y la recomposición paisajística del casco con 140 árboles. “El Parque Avellaneda va en camino a ser el que más especies autóctonas posea, recreando el paisajismo y mejorando no sólo la flora si no también la fauna de nuestros barrios” dice el Grupo de Arbolado cuyo trabajo fue reconocido con un premio en el concurso de la Red de Viveros de Plantas Nativas de Argentina.

En este marco, el Proyecto Nahuel, propone darle entidad patrimonial específica y de recuperación de la memoria colectiva al espacio donde se ubica el Eucalyptus crebra. Ese ejemplar con más de cien años y prácticamente único en toda la ciudad fue talado, pero “están creciendo retoños que serán cuidados para recuperar no sólo el ejemplar sino también la memoria ambiental y cultural del parque. Además, el entorno del árbol era lugar de encuentro de jóvenes, entre ellos Nahuel Rodríguez, vecino del barrio con un gran compromiso social y profundo amor por el parque. Sus restos fueron esparcidos alrededor de este árbol. Un cartel alusivo señala: “ÁRBOL (ESPACIO DE MEMORIA) DE LA JUVENTUD SOLIDARIA”. En memoria de Nahuel Rodríguez. Eucalyptus crebra. Patrimonio histórico y ambiental de la ciudad”.

Algunos de los tantos reclamos de la Mesa parecen haber sido oídos por el Gobierno de la Ciudad que anuncia la plantación de árboles y ha iniciado obras para la provisión de riego en un sector del parque, aunque sigue pendiente que se reparen y habiliten los baños soterrados.

Aún sí, los aspectos fundamentales de las leyes específicas que protegen el parque, su consideración como una Unidad Ambiental y de Gestión, la elaboración de un Plan de Manejo que oriente las acciones hacia su recuperación integral y la Mesa de Trabajo y Consenso como ámbito para la toma de decisiones – siguen siendo ignorados.

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