FALCO, Orlando W., “El Resero, la historia de una estatua”, Buenos Aires, Editorial El Escriba, 2ª ed. 2010. El Profesor Orlando W. Falco es Director del Museo Criollo de los Corrales y Presidente de la Junta de Estudios Históricos de Mataderos
“El creador”
Emilio Jacinto Sarniguet nació en Buenos Aires el 24 de febrero 1888 en el seno de una familia de orígenes europeos que al llegar a América se dividió en tres ramas: una se afincó en la Argentina, otra residió en la República Oriental del Uruguay y la tercera que viviría alternativamente en una u otra de las márgenes del Río de la Plata(1).
Sarniguet fue un eximio escultor animalista que además de haber realizado obras de diverso carácter, se especializó en plasmar en diferentes elementos con maestría; fruto del conocimiento, de la observación y de la inspiración; las típicas características raciales del caballo criollo(2).
En 1904 ingresó a la antigua escuela de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes (3) en la que rápidamente demostró su afición por el estudio de los animales; su padre, que también se llamaba Emilio y era natural de nuestro país, fue un reconocido cronometrista que comparaba el tiempo que le demandaba a los caballos de carrera cubrir las distancias marcadas en la pista del hipódromo, era “relojero”, de acuerdo con la jerga del turf; él se encargó de introducirlo en ese ambiente en el que comenzó a relacionarse con criadores, propietarios y cuidadores de los pura sangre de carrera.
En 1907 viajó a Europa, becado por el Jockey Club, para perfeccionar su técnica de dibujo. Pero en París comenzó a practicar la escultura e inició el camino fantástico mediante el cual aprendería a descubrir, el universo deslumbrante que, sólo un artista como él, podía atisbar en un fragmento de arcilla en bruto, o en un amorfo bloque de mármol (4).
Si bien no se han hallado pruebas documentales que lo certifiquen, don Antonio Santamarina le habría brindado su apoyo y actuado como mecenas en la etapa inicial de la que sería su promisoria profesión artística. Saturnino Unzué, otro destacado miembro de la elite porteña, también habría actuado como tal brindándole su invalorable patrocinio. A pesar de lo expresado en las páginas que relatan la génesis del libro, la inclusión de este párrafo me pareció oportuna ya que podría orientar a futuros investigadores.
En Francia se instruyó en el manejo del yeso y del cemento y sobre todo en el tallado de moldes para el vaciado de metales. Concurrió entre 1910 y 1913 al Salón de los Artistas Franceses y desde ese momento se dedicó a esculpir, casi con exclusiva preferencia. Sobresalió indiscutiblemente como un magnífico realizador de maravillosos bronces, entre los que se destacan algunos de grandes dimensiones.
Este notable artista; modelador, tallista, pintor y dibujante regresó a la Argentina en 1914 y se convirtió en un experto escultor que supo apreciar a la perfección, las características de los caballos, especialmente las de la raza criolla, aunque también se deben a su factura excelentes representaciones de ejemplares de competencia. Unas y otras fueron plasmadas, con rigurosa meticulosidad, en cada una de sus obras (5).
Sarniguet en su atelier
En 1916 se presentó por primera vez en el “Salón Oficial de Buenos Aires” y consiguió el premio “Estímulo” por su obra “Tormenta” de patente realismoy marcada fidelidad y en 1919 obtuvo el segundo premio del “Salón Nacional” por su escultura “Relinchando”.
Que un artista renombrado que alcanzó todos los galardones y recompensas de su especialidad tanto nacionales como municipales. Realizó muchas obras valiosas por sus características artísticas y estéticas por lo que, asimismo, fue frecuentemente premiado por numerosas entidades privadas. En el año 1924 recibió el primer premio y la medalla de oro de la “Exposición de Artes Decorativas” con lo que logró, ciertamente, su consagración.
Realizó ponderados dibujos, casi fotográficos, como así también pequeños bronces de los padrillos más importantes de la clase autóctona (6). Las figuras por él llevadas a la cartulina, a la tela o al metal eran tan fidedignas y sus trazos tan puntillosamente exactos con respecto a los modelos, que en los orígenes de la recuperación de la raza criolla, fueron tomados como prototipos para ser tenidos en cuenta por los futuros criadores (7).
Son de su autoría las piezas “Arrancando”, ganadora del primer premio “Municipal” de 1926 y “Yaguareté”, encargada por el doctor Leopoldo Melo, Ministro del Interior del general Agustín P. Justo, para ser colocada en el parque Urquiza de la ciudad de Paraná; se trata de un bronce de gran tamaño realizado en 1935 que fuera expuesto, al igual que la estatua “El Resero”, tres años antes, en el “Salón Nacional”. En esta obra el artista logró plasmar magistralmente la elástica ferocidad del animal. Una réplica de ella se halla actualmente en el Parque Chacabuco de la Capital Federal.
Emilio Sarniguett y el caballo de El Resero
Muchas de sus labores pueden ser apreciadas en el interior del cementerio de La Recoleta, algunas de cuyas bóvedas lucen esculturas, ornamentos y artísticas plaquetas metálicas evocativas, producto de sus primeros pasos en el arte que evidencian, por otra parte, la vinculación que sus ya mencionados mecenas le habían aportado con lo más granado de la sociedad porteña (8).
También son de su factura los grupos escultóricos “Domando un Potro”, “Jugando al Polo”, “Reposo” y “Celo Materno”, todos ellos realizados en bronce tratándose, ciertamente, de obras de lograda y artística belleza (9).
Dijo José León Pagano “… Sarniguet fue durante mucho tiempo el único animalista dedicado especialmente a ese género. Si acudió a la figura humana lo hizo como una integración, impuesta por algunos temas, cuyo motivo principal es siempre el caballo, elemento este de su predilección plástica…” (10).
En “La Comida de las Fieras” se percibe claramente el destino de un decrépito animal próximo a ser sacrificado. Muestra Sarniguet en esta valiosísima obra, su exquisita capacidad emotiva y su vuelo creador.
En abril de 1924 el diario La Nación publicó una nota sobre Sarniguet, en la que en rotograbado, aparecía su escultura “El Caballo Rico”, un pura sangre, de carrera, hijo de Picadero y Realeza, ganador del premio “Cuádruple Corona Argentina”, la que había realizado por encargo del Jockey Club para ser obsequiada a su propietario don Fernando Sanjurjo, la casa “Gath & Chaves Lda. The South American Store” la exhibió pomposamente, en una de sus vidrieras de Florida y Cangallo (11). La obra y por supuesto, su autor, habían resultado galardonados en la primera “Exposición de Arte Decorativo” realizada a principios de ese año (12).
Merece ser destacado por la amplia difusión adquirida, si bien pocos han reparado que se debe a su cincel, el monumento al teniente general Julio A. Roca, inaugurado el
14 de enero de 1941, palmario representante de la estatuaria ecuestre vernácula, en el que la figura histórica y el animal que monta evidencian el agobio de una forzada marcha por “el desierto”. Ambos divisan desde la plaza del centro cívico de la ciudad de San Carlos de Bariloche, el magnífico Nahuel Huapi al que miran con obligada y resignada quietud, sabiendo que jamás alcanzarán su orilla (13).
Sarniguet utilizó como modelo para realizar el caballo de esta estatua a “Olvido Cardal”, un bellísimo exponente campeón de la raza criolla (14).
También es suya la obra objeto de este trabajo, “El Gaucho Resero”, que en 1932, premiada por el “Salón Nacional”, fuera exhibida en la entrada del Palacio de Bellas Artes, el “Palais de Glace”, sobre la vereda de Posadas 1725.
El Resero en la entrada del Palais de Glace
Siguiendo lo expresado por José León Pagano remarco el concepto que mereció de ese renombrado estudioso y crítico de arte “…Con Gaucho Resero, alcanzó Emilio J. Sarniguet su obra máxima de animalista de técnica segura y visión certera…”.
A pesar de que a esta altura parezca una obviedad, no está de más puntualizar que al finalizar la década de los años veinte, Emilio J. Sarniguet ya era un artista valorado y que sus obras gozaban, en consecuencia, de un justificado aprecio.
En enero de 1934, la revista Sintonía publicó un ilustrativo reportaje al escultor, realizado en su domicilio particular de la calle Juncal 2151, en el que hizo una pormenorizada descripción de su obra “El Gaucho Resero”, a la que el periodista Ricardo Acuña, autor de la nota, calificó de admirable (15).
Unos meses más tarde, el diario La Prensa también ponderó en un artículo sin firma, las dotes artísticas de Sarniguet, quien claramente se quejó durante la entrevista de que “… el arte de interpretar los animales sigue siendo como en casi todas las épocas uno de los más ingratos, pués no se quiere dar a sus intérpretes el lugar que les corresponde. Salvo excepciones, para la mayoría de los artistas, la obra del animalista es la manifestación de un arte inferior…”.
Emilio Jacinto Sarniguet era un empedernido fumador, falleció prematuramente, soltero y sin descendencia directa el 28 de febrero de 1943 en la ciudad de Buenos Aires. Tenía sólo cincuenta y cinco años pero un avanzado e irreductible carcinoma pulmonar terminó con su existencia (16). Fue inhumado al día siguiente en la bóveda familiar, que él mismo había hecho construir, del cementerio de La Recoleta. Toda su vitalidad la había aplicado al arte, sus obras lo sobreviven (17).
Notas:
- Así lo refirió el señor Walter Noguera Sarniguet.“Sarniguet” es una pequeña comuna francesa de algo más de doscientos habitantes ubicada en el departamento de los Altos Pirineos.
2) Caballo criollo: sus características se expondrán en próximas entregas.
3) La Asociación Estímulo de Bellas Artes es una instituto de fomento y enseñanza más que centenario, inaugurado en
1876. En la actualidad funciona en la Av. Córdoba 701de la ciudad de Buenos Aires.
4) Jockey Club: institución fundada por el Dr. Carlos Pellegrini y otras personas prominentes, entre ellos Miguel Cané, en
1882, siguiendo la organización de clubes europeos similares. El Jockey Club organizaba las carreras públicas de
caballos en Buenos Aires. Durante el siglo XX fue no sólo un centro social y de recreación sinoque poseyó una
importantísima biblioteca como así también numerosas obras de arte que se perdieron en 1953, cuando sus instalaciones
fueron intencionalmenteincendiadas. El padre de Sarniguet trabajó también para la imprenta de esta centenaria
institución en la que se confeccionaban los programas oficiales de las carreras decaballos.
5) Pura sangre de carrera: raza de caballos especialmente criada para las competenciasHípicas de velocidad.
6) Padrillo: semental, caballo que se utiliza como reproductor.
7) Recuperación: la pureza de la raza criolla de caballos se estaba perdiendo a principios del siglo XX. Prácticamente no
quedaban ejemplares puros de ella. Los hermanos Solanet se dedicaron con tesón a su rescate.
- Aunque la denominación oficial es “Cementerio de Recoleta”, la folletería impresa por la Asociación de Amigos de ese
cementerio, el uso y la costumbre lo designan agregándole el artículo “La”. Yo también prefiero llamarlo “de La
Recoleta” y así figura las veces que se lo menciona.
- El grupo escultórico “Celo Materno” se halla expuesto en el Museo de Motivos Argentinos José Hernández, repositorio
dedicado al arte popular de nuestro país.
- José León. Pagano: ensayista y literato argentino (1875-1964). Conocido crítico de arte, pintor y docente, su obra
fundamental es “El Arte de los Argentinos”.
- Caballo Rico, famoso crack del turf argentino mencionado por Adolfo Bioy Casares en su novela “El Sueño de los Héroes”.
- Gath & Chaves Lda. The South American Store: fue una importante y afamada casa comercial, una de las más grandes
tiendas de Sudamérica. Había sido fundada en Buenos Aires por Alfredo H.Gath y por Lorenzo Chaves pero para esta
época pertenecía a un consorcio de capitales británicos que le había dado a su nombre, publicidad, vidrieras, secciones y
probadores un indiscutible aire londinense muy apreciado por sus clientes.
- El criollo sabe que cuando su caballo adopta esta postura está necesitando descanso. Evidencia el malestar que le
ocasiona al animal el roce de la silla o el recado con su cruz, por eso estira el pescuezo. Para realizar esta obra Sarniguet
contó con el escultor Aurelio Macchi, quien se desempeñó como su ayudante. Esta estatua fue realizada por Sarniguet en
el año 1940.
- Ejemplar del que eran propietarios Pedro y Emilio Solanet. Es de práctica que al nombre de registro de los caballos
puros se les adicione la denominación del haras de la que provienen.
15) En ese domicilio vivió hasta su muerte.
16) Dato aportado por el señor Normando Sarniguet (h) único descendiente supérstite de primo del artista.
17) La pequeña bóveda de los Sarniguet (sector 2, tablón 10, sepultura 1) pertenece en la actualidad a la familia Molina.
Miembros de ella la habrían adquirió a una sobrina del escultor con quien mantenían un parentesco político. Su estado
actual, de franco deterioro, evidencia un inocultable abandono. No obstante aún se observa en el frontis de la misma,
claramente, “E. Sarniguet y familia”. En su interior, pared derecha, se aprecia una placa de homenaje, realizada en
bronce, que probablemente recuerde, si bien no lo dice, el centenario del nacimiento del artista; en ella se lee: “A
Emilio Sarniguet – 24 de febrero de 1988 – homenaje del personal de la imprenta del Jockey Club”. Agradezco al doctor
Carlos Francavilla, director del Cementerio de la Recoleta, la Información que me brindó sobre el particular como así
también la oportunidad de acceder al Libro de “Registro de Inhumaciones” de dicha necrópolis.