En el Día del Maestro, la palabra de una docente de nuestro barrio

Por Verónica Cecilia Pereyra

Elvira Teresa Goano, vecina de Mataderos, es abogada y docente. Se presenta a sí misma diciendo: “Ejercí la profesión desde 1974 hasta el 2014, en colegio privado y en escuela pública, en ambas respete la formación de los alumnos de igual manera, porque la Educación junto con la Salud y la Justicia son los pilares de una sociedad justa”.

¿Cómo ve el sistema educativo de hoy? ¿Haría algún cambio?

El sistema educativo no es malo, lógicamente me refiero al de CABA, al de Provincia no lo conozco. Se trata de individualizar la educación y la llegada a cada alumno, pero el error está en no responsabilizar a los alumnos. En muchos casos se fue relajando el sistema y quedo a la deriva el aprendizaje. La tecnología ayuda, pero no siempre llega a los alumnos, por problemas económicos. Si bien se les entregó computadoras a los chicos, no se cuenta con internet en todos los hogares y eso produce una brecha entre quienes pueden acceder a internet y quiénes no.

¿Cómo cree que serán las consecuencias en los alumnos de este año tan particular?

No creo que las consecuencias sean positivas, va a haber daños colaterales. Si tomamos en cuenta el tema de la tecnología, hay hogares que en y después de la pandemia han quedado devastados económicamente y eso va a afectar la escolaridad de los alumnos.

¿Qué diferencias y/o similitudes nota entre la actualidad y el pasado en cuanto a su experiencia como docente?

Es tan inmensa que necesitaríamos mucho tiempo para plasmarlo por escrito; un pasado que si bien fue enciclopedista, estaba muy cercano al de los padres de los alumnos, se enseñaba las operaciones matemáticas, como un ejemplo, de una forma similar a la enseñanza recibida por sus padres, se utilizaba el libro. Cuando llega la informática el adulto se convierte en un analfabeto informático y cambian los roles, el alumno le debe enseñar a sus padres el manejo de la máquina y de un lenguaje que le es difícil entender.

Cuéntenos alguna anécdota personal de su trabajo como docente.

La docencia es un sinfín de anécdotas, en mis 40 años de docente, viví situaciones malas y excelentes, siempre digo que en la docencia encontré mi lugar en el mundo. Creo haber dejado en mis alumnos huellas del afecto que sentí por ellos, como en mi quedo lo que ellos me dieron…en momentos tristes de mi vida me acompañaron, me sostuvieron. Con cada uno de ellos tengo anécdotas y situaciones de vida.

¿Qué les aconsejaría a los aspirantes a ingresar en la carrera docente?

Que se preparen para una generación a la que hay que sorprender, la que necesita instruirse para poder competir en el futuro y que puedan llegar a ocuparse de profesiones, muchas de ellas nuevas, y de las existentes, con conocimientos claros.

El rol docente cambió, el alumno ya no es un número, un apellido. Es un ser humano que asiste a la escuela en forma integral, aprende y aprehende del adulto. Tiene derechos y sabe cómo ejercerlos pero necesita el acompañamiento, que sea puente entre él y la sociedad. Ésa está formada por los padres o tutores y por las instituciones, tanto sea para manejarse en la escuela, como para poder presentarse a una fiscalía a denunciar un delito contra su integridad.

El docente, tiene que estar preparado, tiene que tomar su oficio con afecto y a la vez ser objetivo. Pero también el Estado tiene que honrarlo, pagarles un salario justo y respetarlo.

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