El inicio de clases fue tratado en el Consejo Consultivo Comunal 9

En la reunión virtual del Consejo Consultivo Comunal 9 del 27 de enero, la problemática del inicio de clases en este año donde aún se hace sentir fuertemente el impacto de la pandemia de COVID-19, ocupó un espacio importante.

La Comisión de Educación planteó la cuestión en su acta de reunión y emitió un comunicado al respecto. Posteriormente los presentes debatieron esta problemática que preocupa, no solo a la comunidad educativa sino todos los vecinos.

El tema del retorno a la presencialidad, planteado por un vecino convencido de su necesidad d y urgencia suscitó un intercambio de opiniones entre los participantes de la reunión, con exposiciones muy ricas por sus contenidos definidos desde la percepción, el sentimiento y el conocimiento de padres, maestros y profesores. Las principales cuestiones planteadas fueron:

El retorno a las clases presenciales en condiciones seguras es una necesidad pedagógica y emocional para los niños.

En 2020, no se dejó de dar clases. Hubo clases todo el año, ejercicios, encuentros por zoom. Los docentes trabajaron mucho más, por fuera del horario de trabajo.

Sobre fin de año las clases presenciales comenzaron con burbujas. La mayorías de los padres decidieron que sus hijos no asistan, por el horario reducido y porque el GCBA hacía firmar una autorización por la cual las familias se hacían responsables. En los ensayos que se hicieron en el verano hubo contagios. Este año no se sabe. Las burbujas son compartimientos estancos. No hay burbujas si los docentes van a varios colegios.

El vínculo personal es fundamental, pero no hay suficientes docentes para funcionar de acuerdo al protocolo. Muchos docentes son personas de riesgo y no están vacunados.

Muchos de los edificios escolares no permiten asegurar las medidas de ventilación y distanciamiento. Se describió como ejemplo el caso de la escuela República de Pakistán, en Liniers.

Los adolescentes toman transporte público, lo que es un gran riesgo y las condiciones de las escuelas no son adecuadas. No hay elementos de protección ni de higiene en los baños. No hay guantes, ni alcohol, ni nada.

Muchos alumnos viven con sus padres y abuelos mayores o personas de riesgo. Los padres tienen miedo de mandar a sus hijos a la escuela.

Se deben dar las condiciones para cumplir con el protocolo. No se trata de miedo sino de respeto a las normas sanitarias sobre distanciamiento y ventilación, a las indicaciones de los médicos.

En las escuelas privadas también hay inconvenientes. No hay espacios en las aulas, no se puede garantizar el distanciamiento social, no hay patios suficientes.

Los docentes de nivel medio van de escuela en escuela tomando transporte público. En otros países los sistemas educativos son diferentes.

El GCBA disminuyó el presupuesto de educación, aún más en la pandemia. En estas condiciones no se podría aplicar un protocolo seguro para la presencialidad de todos los chicos, todos los días.

El tema no está cerrado. El Gobierno de la Ciudad se ha reunido con representantes de los diferentes gremios docentes, la mayoría de los cuales sigue cuestionando el protocolo presentado y la posibilidad de su aplicación. Inclusive algunos insisten con no comenzar las clases en las fechas previstas.

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