Con motivo del Día Internacional de la Mujer, consultamos a mujeres que viven o trabajan en nuestra comuna sobre esta conmemoración y su significado. En esta ocasión convocamos a Ana María Salvador, una trabajadora por sus derechos, que así se presenta a sí misma:
Vivo en Liniers desde hace mucho tiempo en el barrio de las 1000 casitas. Jubilada docente, profesora de Historia, madre y abuela, siempre estuve interesada, ocupada y a veces preocupada en temas vinculados a la situación de la mujer y en las acciones por el reconocimiento de sus derechos y de lo que ahora llamamos las diversidades de género. Por eso, desde mi lugar de mujer, ahora integro la Comisión de Género y Disidencias del Consejo Consultivo de la Comuna 9 y la Comisión de Mujer, Género y Diversidades del Club Larrazábal de mi barrio.
-¿Qué se conmemora el 8 de marzo? ¿Qué significa para usted ese día?
En sus orígenes históricos a principios del siglo XX, se lo llamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora propuesto por un Congreso de Mujeres Socialistas; pero en realidad la elección de esa fecha tiene que ver posteriormente con la muerte de más de un centenar de mujeres en un incendio en una fábrica de Nueva York por sus infames condiciones laborales. Por eso se lo define como conmemoración y no celebración del Día de la Mujer. En lo personal es un día de recuerdo de la histórica lucha de las mujeres en el mundo desde siempre por la igualdad de derechos sociales, económicos y políticos, además de equidad jurídica y legal con respecto a los varones. Algo que sigue en pie, porque -a pesar de tantos reconocimientos y conquistas logradas-, en algunos países del mundo actual, especialmente de América Latina y Oriente, millones de ellas siguen sufriendo desigualdad, maltrato y hasta situaciones de injusticia, mutilaciones y muerte, sólo por su condición de mujer.
-¿Cree que el común de la gente sabe lo que significa? ¿Es una fecha romantizada y/o consumista de alguna manera?
No todos y todas tienen bien claro el sentido de esta fecha; se ve en las publicidades con promoción de productos para la belleza personal, bombones, flores, etc, como para halagarla en un día especial. Esto me recuerda a un largo poema de la escritora nicaragüense contemporánea Gioconda Belli en unas líneas muy movilizadoras dedicadas a este día, en las que dice:
¡Qué poco es un solo día, hermanas,
qué poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!
De la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos
– toda la atropellada ruta de nuestras vidas –
Tal vez, visto desde este lugar no tendría que existir un día especial para diferenciarlo de los del resto del año que entonces serían “día del hombre”, je, je
-¿Qué representa ser mujer?
Ser mujer representa el inicio de la vida, su continuidad, la transmisión de las tradiciones culturales y la lengua “materna”, las vivencias y experiencias de lucha, el reconocimiento de la condición de inferioridad en la que nos pusieron al nacer, no pudiendo hasta no hace mucho tiempo ejercer la patria potestad sobre la descendencia ni ponerles el apellido propio o criarlos sin los parámetros de diferencias por sexo. Diría que recién a partir de la 1era Guerra Mundial (apenas un poco más de un siglo), la mujer europea primero, debió salir a reemplazar al hombre que estaba peleando en el frente, saliendo del ámbito doméstico para el que había sido criada, al tener que trabajar para sostenerse y sostener a sus hijxs. Desde ese lugar, todo cambió en el mundo y para nosotras, las que las seguimos; después vendría la lucha por los derechos políticos, luego jurídicos y en las últimas décadas, los sociales que incluyen la liberación personal en la elección de cómo querer vivir, dónde y con quiénes.
-En nuestra sociedad ¿La mujer está en desigualdad respecto a los hombres? ¿Cómo se manifiesta esa desigualdad?
La desigualdad sigue presente en todas las formas de poder machista que se manifiestan en la discriminación en los lugares de trabajo y en algunos roles directivos que las dejan afuera o en situación de inferioridad. Y el poder patriarcal aun vigente en las formas más aberrantes de dominación como son las distintas formas de violencia de género (maltrato físico y psicológico, dependencia económica, abuso y violencia sexual y hasta matarla por no tolerar perderla) O sea, mucho músculo y fuerza pero poco o nada de control sobre las emociones y respeto hacia la mujer, al considerarla un objeto de su deseo.
– Hoy en día se ha comenzado a reconocer y a cuestionar esta situación. Se presiona a quienes toman decisiones para producir un cambio. ¿Qué logros se han alcanzado?
Es cierto que en las últimas décadas se ha logrado el reconocimiento de derechos vulnerados desde siempre, a través de la legislación a nivel mundial. En nuestro país ya tenemos un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de carácter nacional y en algunas provincias, que acompañan y asesoran con acciones concretas en el ámbito público como privado. Pero curiosamente aun no lo tenemos en CABA, la supuesta ciudad más próspera y moderna del país, y en su lugar apenas tenemos una Dirección General de la Mujer que depende del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat. Todo un síntoma de inequidad. Claro, otros países de la región recién están consiguiendo el reconocimiento del derecho a elegir cuándo embarazarse o hacer un aborto, temas por los que en algunos países las mujeres son condenadas a la cárcel. Otras ni siquiera pueden votar o salir de sus casas sin acompañamiento de un varón. ¡Cuánto nos falta todavía!
-¿Cree que llegará el día en que no haya discriminación entre hombres y mujeres?
Ojalá llegue ese día, aunque yo no creo que lo celebre. Tal vez sí mis hijas y nietas. O mejor, barajar y dar de nuevo en un mundo distinto más justo e igualitario.