Mataderos de antaño: el futbol, del potrero a la cancha

Escribe Liliana Elguezabal

En esta foto de la década del 30, un equipo de futbol de Mataderos posa orgulloso con la camiseta de su club. Atrás, un descampado, posiblemente uno de los tantos potreros que los sábados, domingos y feriados se llenaban de entusiastas jugadores.

Eran muchos los clubes que tenían sus canchas o competían en el barrio en esa época, en campeonatos independientes. Entre ellos: Club Atlético Cafayate, Sol de Tafí, La Academia, Albión de Tellier, Los Rojos, Sol Argentino, Las 4 efes, Señora me da la pelota, Cildañez, Federal Porteño, River Juniors, Olizarro F.C. y Club Atlético Unión.

Algunos tenían nombres curiosos, como Señora me da la pelota. En esos tiempos en los que se jugaba en la calle era habitual que la pelota fuera a parar al jardín de alguna casa, y ése era el pedido (o la súplica) de los futbolistas para tratar de recuperarla. Algunas vecinas solidarias las devolvían, otras la secuestraban o, peor, la atacaban con cuchillos de cocina o tijeras.

Otro nombre llamativo es el del club Las Cuatro FFFF, que se fundó en 1932. Nos cuenta Ofelio Vecchio, el historiador del barrio, que éstas son las iniciales de cuatro palabras italianas que los hermanos Bernasconi, colocaron al frente de un negocio de almacén que instalaron en la zona para recordar las penalidades sufridas durante la guerra del 14: Fiume, Fredo, Fame, Fastidio (Río por el Piave, Frío, Hambre y Bronca). Los fundadores del club, en broma o por no conocer la traducción las tomaron, aunque luego se transformaron en Fiesta Familiar Franca Fraternidad.

El único Club que jugó en las ligas oficiales y subsiste hoy es Nueva Chicago. Dice la historia oral que un 1 de julio de 1911, un grupo de jóvenes vecinos de barrio, que estaban sobre el puente de madera de Francisco Bilbao y San Fernando (hoy Lisandro de la Torre), debajo del cual corría el arroyo Cildañez, creó el “Football Club Los Unidos de Nueva Chicago”.

Por intermedio de vecinos y las autoridades del Mercado de Hacienda consiguieron un terreno entre las calles San Fernando, Tandil, Chascomús y Jáchal (Timoteo Gordillo). Como era inundable buscaron alternativas, como la esquina de Tellier y Francisco Bilbao, cedida por Alejandro Mohr. Luego, se consiguió un predio en la calle Campana entre San Fernando y Piedrabuena, cerca de la Estación Boulevard Circunvalación (luego estación Villa Madero) del Ferrocarril Gral. Belgrano.

El 20 de junio de 1920 se inauguró el nuevo campo de deportes en un partido frente a Huracán. Muy modesto, tenía un alambrado de 1 m de altura y baranda en la parte superior. El cerco era de chapas marca “Globo” de 5 m de altura. Contaba con vestuarios de mampostería y casilla para el canchero. Más tarde, sobre los vestuarios se construyó una pequeña tribuna. Fue usado durante todo el período amateur, que duró hasta fines de 1934, cuando se creó la AFA y se profesionalizó el fútbol.

Como la cancha no cumplía con las condiciones reglamentarias para ser habilitada, Nueva Chicago tuvo que jugar en canchas “prestadas”. Finalmente, tuvo que entregar el predio, porque fue cedido a las Damas de la Beneficencia de la Liga Argentina contra la Tuberculosis para la construcción de un hospital que nunca se terminó y que fue conocido como el “elefante blanco”.

En 1940 la Municipalidad le cedió en carácter precario el terreno donde se encuentra hoy su estadio. Era una ciénaga, con una profundidad de más de 2 m. Había que rellenarlo y emparejarlo, un problema económico casi insalvable. Pero se salvó, con el esfuerzo de autoridades, socios y simpatizantes. Se inauguró el 27 de octubre en un partido frente a Sportivo Buenos Aires, que ganó Nueva Chicago.

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En la foto, el campo de deportes del club en la calle Piedrabuena.

El Club Atlético Albión fue fundado en 1924 y actuó en la era amateur del fútbol argentino. Fue, junto con Libertad y Nueva Chicago, uno de los tres clubes de Mataderos afiliados a las asociaciones oficiales.

Su camiseta era amarilla y negra a bastones verticales. En la foto, sin embargo, son similares a las del club uruguayo del mismo nombre y se lee “Albion House”, posiblemente un “sponsor”. Albión House era una famosa tienda de Londres que funcionó durante muchos años en el centro de Buenos Aires (Maipú 175) y atendía al público de 0 a 24 horas. De allí que su slogan fuera: “La casa que nunca duerme”. Se dice que por eso a las personas trasnochadoras o cuya actividad que se realizaba por la noche, se les decía “sos como Albion House”. Vemos su edificio en una foto de esa época.

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Feliciano Eusebio Álvarez en su libro “Recuerdos de mi barrio” nos cuenta su historia:

Su primera cancha, sin alambrado, estaba ubicada en la quinta “Las Margaritas” a la altura de la calle Zequeira y Miralla. Después de casi tres años ocupó un predio de una hectárea sobre las calles Tellier, Bragado, Tapalqué y Jáchal (hoy Timoteo Gordillo).

Su emplazamiento en ese lugar fue lento por falta de dinero. Primero se colocaron los arcos, luego un alambrado de tres hilos, con una baranda de madera en la parte superior para que los espectadores apoyaran los brazos. No había vestuario, ni agua corriente; se usaba una boca de incendio que estaba ubicada sobre la vereda de la calle Tapalqué, para lo más elemental. Los jugadores se cambiaban y duchaban a tres cuadras de la cancha, en la casa de Arturo Bossi, situada en la calle Bragado entre Oliden y Murguiondo.

Luego se realizaron unos bailes en el Club social “Plus Ultra”. Éste estaba situado en la calle Pilar 1618 y era una casa de cuatro habitaciones y un patio. De estos bailes se recaudaron algunos fondos y se pudo cercar toda la cancha.

Después siguieron con las “milongas”. En ellas se rifaban sombreros y lengues, hasta que se lanzó la gran rifa del club a un valor de dos pesos el número. Se confeccionaron 1000 y se vendieron casi todos. En el barrio nadie quedó sin comprar. Por fin se pudieron construir los vestuarios (local y visitante), la casilla para el canchero y también se colocó el agua corriente.

El club actuó en las categorías 5°, 4° y 3°. En el año 1927 ascendió a intermedia extra. Luego, en el año 31 fue a Segunda división, la que hoy estaría equiparada con una 1° B. Estuvo afiliado a la Asociación Amateurs de Football desde 1925 hasta finalizar el año 1932.”

El Club Atlético Libertad nació al promediar la década del 20, en el barrio de las “tripas”. Nos cuenta Álvarez que “construyó su cancha en la manzana comprendida por las calles Albariño, Corbalán, Remedios y Eugenio Garzón, junto al arroyo Cildañez. El campo tenía a su alrededor un alambrado de 1,20 m de altura y en la parte superior una baranda de madera que servía de apoyo a los espectadores. En la parte exterior estaba protegido por chapas de tres metros de altura y, atrás del arco norte había un alambrado muy alto para evitar que la pelota fuera a parar al arroyo”.

Comenzó en ligas independientes, luego se afilió a la Liga Argentina de Futbol, donde jugó en la 3ra división. Más tarde ascendió a la categoría “intermedia extra”, en la estaba el Club Albión. En 1927 y 1929 llegó a disputar, sin éxito, la final por el ascenso. En 1930 ascendió Albión, su histórico rival del barrio.

En ese momento, en medio de la crisis económica que vivía nuestro país y de la discusión sobre la profesionalización del futbol, no pudo afrontar los gastos, se desafilió de la Asociación y desapareció. Unos años después sucedió lo mismo con el Club Albión.

Persiste Nueva Chicago, con su hinchada, que es toda pasión, y que, a pesar de los contratiempos, le sigue cantando a su club y a su barrio, Mataderos.

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