La historia de un barrio comienza con la urbanización, es decir, con el proceso por el cual un territorio comienza a ser ciudad. El origen de nuestro barrio está ligado al emplazamiento de los Nuevos Mataderos y Mercado de Hacienda que se trasladaban desde Parque Patricios. La sociedad anónima Nuevos Mataderos Públicos comienza a construirlos en 1889. En ese mismo año se produce el primer remate de tierras y se venden los lotes cercanos al futuro mercado, conformándose el primer núcleo urbano. Nace así el barrio y su centro simbólico.
En estos primeros años de historia barrial se comienzan a definir los elementos significativos de su identidad: el nombre, la cultura gauchesca y sus valores, la cultura del trabajo.
La implantación del Mercado “funda” el barrio. Su identidad queda ligada a la actividad agropecuaria y al procesamiento de la carne y a los mitos y personajes ligados a ella (el gaucho, el trabajador de los frigoríficos; el campo y la ciudad). Esto queda plasmado en el nombre (Mataderos) y en la elección de la figura que, algo después, será adoptada como símbolo barrial: el Resero.
La idea de encuentro del campo y la ciudad se define y materializa en la presencia de los trabajadores que manejan la hacienda y los que procesan la carne y sus derivados en los frigoríficos y en las distintas industrias vinculadas. La implantación de nuevas actividades productivas suma a otros operarios que viven y trabajan en el barrio. Se forma así Mataderos como el barrio del trabajo y de los trabajadores.
El escudo de Mataderos fue creado por el vecino y artista plástico Norberto Rico.