Frente al aumento de casos de dengue en toda el Área Metropolitana, es importante reforzar al máximo las medidas de prevención.
El Aedes Aegypti es un mosquito domiciliario o peri domiciliario, es decir que se reproduce en los entornos cercanos a los hogares y los trabajos. La principal herramienta es la prevención, a partir del control y eliminación de los posibles criaderos:
- Dar vuelta botellas o baldes para evitar que se acumule agua.
- Limpiar, cepillar y cambiar todos los días el agua de aquellos recipientes que contienen o acumulan agua, como el drenaje del aire acondicionado, floreros y bebederos de animales.
- Tapar los recipientes que son utilizados para la recolección de agua, como tanques, barriles o toneles.
- Tapar la pileta con una lona (que no acumule agua en los pliegues), tela mosquitera o guardarla debidamente seca.
- Trasplantar las plantas que están en agua a una maceta con tierra o ponerle arena húmeda en el porta maceta.
Si bien estas medidas, que tienden a eliminar los potenciales criaderos son las más importantes para evitar la reproducción del mosquito, también hay algunas estrategias para evitar que los mosquitos piquen:
- Colocar mosquiteros en las aberturas y tules sobre cunas y cochecitos de bebés.
- Usar frecuentemente repelentes.
- Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
Síntomas
Los síntomas generales de dengue son fiebre, sarpullido, malestar general, cefalea, dolor retro ocular, muscular y articular, cansancio intenso, náuseas y vómitos.
Si uno ya fue diagnosticado, hay que prestar atención a las pautas de alarma y acercarse al centro de salud más cercano ante sangrado de encías, nariz, vómitos, heces u orina con sangre, dolor abdominal intenso y continuo, somnolencia, mareos o desmayos, o, por el contrario, fuerte inquietud e irritabilidad o vómitos persistentes.
Es importante no automedicarse, hidratarse continuamente y consular al médico.