Nuestros Artistas en el recuerdo: Alfredo Del Rio

Escribe Pablo Bongiorno

Nació, en la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Parque Patricios el 5 de noviembre de 1932, su nombre real era: Alfredo Jesús Pérez. A pesar de su lugar de nacimiento, siempre se lo identificó como el cantor del barrio de Mataderos.

Hijo de Eduardo Alfredo Pérez, guitarrero y cantor y Aurora Margarita Domínguez. Su padre, quién lo acompaño permanentemente, no sólo le transmitió su vocación, sino que se transformó lentamente en su mayor admirador.

Dueño de un estilo con reminiscencias de Agustín Magaldi, fácilmente verificable en las versiones de “Disfrazado” y “Triste destino”. Aunque debe reconocerse en él un perfil más tanguero.

Con 12 años de edad debuta en el histórico café “El arco iris” de la calle Boedo, en 1945 actúa en “El parque goal”, de la avenida de Mayo. Hasta ser convocado por el director Miguel Ángel Giordano.

En 1948 actúa con la orquesta de Enrique Alessio hasta que éste, en 1950, pasa a integrar como primer bandoneón la orquesta de Juan D’Arienzo, en reemplazo de Héctor Varela.

Entonces, continúa su carrera como solista, hasta ser requerido por el gran maestro Pedro Laurenz, quién decide reaparecer con su orquesta en 1952. De esta manera llega al disco por primera vez.

En efecto el 25 de junio de 1952, la orquesta graba el instrumental de Juan de Dios Filiberto “Quejas de Bandoneón”, y en el reverso, “Cuando me entres a fallar”, de José María Aguilar y Celedonio Flores, con la voz de Alfredo del Río.

Luego seguirán: (25/9/52) “La Gayola” de Rafael Tuegols y Armando Tagini, “Puente Alsina”(25/6/53) de Benjamín Tagle Lara y con el título de “Nunca es tarde” (22/9/53) la página de Eduardo Pereyra y Celedonio Esteban Flores, conocida como “Todavía estas a tiempo”, todos para el sello discográfico Pampa.

En octubre de 1954 se registra un acontecimiento que marcará para siempre su carrera artística, como es la incorporación a la orquesta dirigida por Alfredo Gobbi “El violín romántico del tango”, este hecho se produjo cuando el cantor Jorge Maciel, de gran éxito, decide integrar la formación Osvaldo Pugliese. En ese momento el otro vocalista de Gobbi era un gran cantor…. Su nombre Tito Landó.

Esta orquesta que mereció la admiración de directores y músicos del tango, tales como a Aníbal Troilo y Ástor Piazzolla.

La primera grabación fue el 13 de diciembre de 1954 para el sello RCA-Víctor, con el tango de Arturo Galluci y Raúl Hormaza  “El hijo cruel”. Pero el gran suceso sería el registro realizado al día siguiente cuando el binomio Gobbi-Del Rio, plasmara en el disco la antológica versión de “Triste destino” convertida muy pronto en favorita del público y muy pronto sus placas se comercializan con singular éxito. Ya que se trata de un tango muy curioso, con una letra exótica que escapa a la temática común de los tangos, con autoría de Agustín Magaldi, en colaboración con Antonio Tello (su medio hermano) y que, lamentablemente, el propio Magaldi no alcanzó a llevar al disco.

Luego vendrán, el 28 de marzo de 1955, dos obras maravillosas, de dos poetas contemporáneos, de alta sensibilidad y gran calidad poética: “Por una muñeca” de Emilio Balcarce y Manuel Barros y la milonga “A mis manos” de Julio Camilloni con música de Alfredo Gobbi.

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Así continuaron “Un tango para Chaplin” de Alfredo Gobbi y Bartolomé Bernardo Salas y en el acople a dúo con Tito Landó el vals “Que nadie sepa mi sufrir” de Angelito Cabral y Enrique Dizeo (30/6/55), los tangos “Lágrimas de sangre” (Roberto Giménez) y “Te estaba esperando” del mismo Giménez (16/4/56), “Sin madre” (Alfredo Eusebio Gobbi) padre del violinista director y también a dúo con Landó “Tuya” (Horacio Pettorossi) (16/7/56) y el vals “El solitario” de Leopoldo Díaz Vélez, siendo este el último tema que graba en esta etapa con Gobbi el 18 de Setiembre de 1956, todos en RCA-Víctor.

Francamente resultan inolvidables las noches de la popular confitería Richmond en los años 1955 y 1956, donde actuó con notable suceso.

A fines de 1956 es tentado, con un jugoso ofrecimiento económico, por el director Francisco Rotundo, y pasa a integrar su orquesta compartiendo allí el escenario con Enrique Campos.

Durante esta etapa graba, el 22 de enero de 1957, para el sello Odeón “Todavía estás a tiempo” y el tango de Antonio E. Tello – Alejandro Da Silva, de gran éxito en la década del ´30 por el gran Agustín Magaldi, “Disfrazado”, en donde Del Rio realiza una interpretación memorable de gran calidad vocal.

Luego “Destino en flor” de Alejandro Romay y Roberto Rufino (6/6/57) y “Dicha Pasada” (18/7/57), un tema de Guillermo D. Barbieri, que estaba olvidado por los intérpretes, pero que a partir de esta grabación, comienzan a incorporar a su repertorio de la mayoría de los cantores.

A mediados de 1957 se desvinculó de Rotundo, formando una suerte de sociedad con el bandoneonista Eduardo Rovira. Así fue como el binomio Del Río-Rovira se presentó en Radio Splendid y también grabaron para el sello Allegro, dejando impreso en el surco los tangos: “Frente al espejo” (A. Galucci-Marvil), “Junto a tu corazón” (E.M.Francini – H.Stamponi-J.M.Contursi), “Yo quería ser feliz” (H.Stamponi) y la milonga “El novio”, pero lamentablemente esta empresa funcionó poco tiempo y en los primeros meses de 1958 se disuelve la formación. Entonces Del Río vuelve con el querido maestro Gobbi, la orquesta “de sus amores”.

Junto a Tito Landó vuelven a grabar las que serían las últimas piezas de una de las más brillantes orquestas de la historia del tango. Esta despedida se realizó en el sello Orfeo, el 7 de julio del 58, participa a dúo con Landó en el vals “Mi colegiala” (H. Gentile – Ángel Di Rosa) y el día 31 del mismo mes, en el hermoso tango “Dame Tiempo”, de Alberto Podestá, Cristóbal Ramos y Francisco Yoni, pero esta vez en forma individual.

En 1959 Landó abandonaría la orquesta, ingresando en su lugar Ángel “El Paya” Díaz, quien ya había estado allá por 1949.

En 1961, Alfredo es requerido por el maestro José Basso, para suplir a Alfredo Belusi. Con Basso graba en menos de un mes tres temas, la milonga “Cobrate y dame el vuelto” (M.Caló-E.Dizeo) 14/4/61 y los tangos “Una historia más” (J.Basso-R.Hormaza) 18/4/61 y “Volver” (Gardel-Le Pera) 12/5/61, todos para Discos Odeón. En aquel momento, el otro cantor de Basso era nada menos que “El Tata” Floreal Ruiz.

Tuvo una participación discográfica junto al Trío Yumba, grabando cuatro milongas festivas – “Se dio vuelta y para qué” (J.B.Tilly-A.Dominguez), “Que familia” (J.Dragone-A.Aznar), Flor de amigo” (R.Zapata-D.Barbieri) y “Correo sentimental” (A.Cordisco-C.A.Johnsson), todas editadas por Magenta.

Son tiempos, en que el trabajo se reduce a pequeños reductos de una noche porteña que languidece, la crisis disuelve grandes orquestas, la actividad es escaza. Sin embargo él continuó sus clases de vocalización con el maestro Digiorgio.

Alfredito fue una de las voces más interesantes del tango, al que quizás llegó algo tarde, aún así su recuerdo permanecerá siempre entre aquellos que admiramos sus grandes condiciones vocales, su responsabilidad en el cuidado de la voz y su especial sentido interpretativo, que hicieron de él un gran profesional.

El 21 de septiembre de 1978, próximo a cumplir los 46 años, un síncope se lo llevó de este mundo. Dos días antes había realizado la que sería su última actuación en un Club de “Villa Madero”, acompañado por el bandoneón de Eduardo Corti y las guitarras de los hermanos Cordone. Su última interpretación fue la milonga “La duda”, del poeta cantor Martín Castro, que nunca llegó a grabar.

Los encuentros esporádicos o las interminables charlas de café en “El Cedrón” con: “Chelito”, “Hugo Álvarez”, “Titina” García, Juan Carlos Magdalena, Héctor Psonka, Nelson Pereyra, “El turco” (Rubén Omar), “Poroto” y toda la barra tanguera (Bicho, Manija, Bombón, Pichi, etc.), me renuevan su recuerdo,………… ese mismo recuerdo que pretendí volcar en estas líneas.

En la fotografía que encabeza esta nota Alfredo del Río, junto a Oreste Cosenza, Adolfo Sánchez y Héctor Ciaffardini.

4 comentarios Agregar el tuyo
  1. Hola infinitas gracias Pablo por recordar y tener presente siempre a mi padre .El que esto suceda me llena el alma de orgullo, como también a mis Hermanas y a sus nietos .Llevo guardado en mi corazón la noche que en el Glorias Argentina usted tuvo tan bellas palabras para con nosotros. Mi respeto y cariño hacia usted siempre. Maria laura

  2. Hermoso recuerdo para uno cantorazo Hay unos temas estupendos con el gran Pedro Laurenz .Canto con grandes como el Tata y Tito Landaburu Cálido y merecido homenaje a un grande de nuestra música ciudadana.Abrazo

  3. Me alegra sobremanera y me llena de emocion leer esta hermosa nota, llena de sentimiento. Si fue un gran cantor de tangos .lamentablemente no tuvo la difucion merecida ,por su gran calidad y apacinada voz. Durante la decada del 7a y 80. Siguiendo al gran Hector Larrea en Rapidisimo , yo su sobrino, me emocionaba escuchando sus inolvidables interpretaciones. Le quedo muy agradecido. A Usted.atte

  4. Lo conocí en el 63 con mis 20 años una noche en un primer piso de una Confitería en una Galería, donde antes estaba el querido y añorado Cine Teatro Varela de Flores Sud. En el lugar había dos mesas de Billar y gente jugando al Dominó y Ajedrez. Estaba lleno el lugar de gente y de pronto llega un grupo de cinco o más y la gente mayor los saluda con gran cariño al reconocerlos. Al cabo de un rato uno de los muchachos mayores nos piden silencio y atención, porque va cantar a capella un gran cantor. Yo nunca voy a olvidar lo que sentí al escuchar alguien cantar con la calidad y la potencia modulada de semejante artista. Nos deleitó con cuatro temas que nunca olvidaré en mi vida. Alfredo del Río lo llevo en mi memoria y lo escucho cada tanto.

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